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Los trabajadores luchan
La CGT con el gobierno
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En Rosario se acaba de producir una importante toma de fábrica para evitar más de 500 despidos, en respuesta al cierre de la multinacional alemana Mahle (ver contratapa). Los bancarios reclaman el 25% de aumento salarial, los petroleros pararon contra 1.000 despidos y 4.000 suspensiones a manos de Repsol y demás multinacionales que saquean nuestro petróleo (ambos gremios en conciliación obligatoria), y siguen luchando los trabajadores de CIVE, judiciales, viales y legislativos de Córdoba, entre otros. Mientras tanto, la CGT, con Hugo Moyano a la cabeza, marchará este jueves 30 en apoyo al gobierno. Una actitud vergonzosa que venimos denunciando.
Es una vergüenza, porque cuando es imprescindible un plan de lucha nacional en apoyo a quienes reclaman salarios o quieren evitar el flagelo del desempleo, los burócratas sindicales cuidan sus propios bolsillos movilizándose por la caja de las obras sociales, por cargos en las listas del peronismo kirchnerista y pedidos de subsidios para las patronales. En esto están todos los burócratas: los más oficialistas como Moyano, los Gordos y los denominados “independientes”. Todos apoyan al gobierno y a los grandes empresarios. Ninguno saca los pies del plato cuando se trata de darle la espalda a sus afiliados. Ninguno llama a que se abran las paritarias. Ninguno propone que se prohíban los despidos y suspensiones.
Los obreros de Mahle son un ejemplo. Esa multinacional de capitales alemanes vino recibiendo subsidios mensuales por 480.000 pesos desde el año pasado. Ahora cerró la fábrica porque ya no le es tan “rentable”, trasladando la producción a Brasil. Los trabajadores se rebelaron, tomaron la planta y reclaman a la UOM una marcha nacional contra los despidos. Un ejemplo de cómo se tiene que actuar ante estos ataques.
Que la CGT marche el 30 en apoyo al gobierno y lo haga bastardeando el Día Internacional de los Trabajadores, es un verdadero cachetazo a la clase obrera.
Moyano pactó con Cristina a cambio de mucho dinero. La presidenta le entregó al otro día de la reunión celebrada la semana pasada con 44 caciques de la CGT, 156 millones de las obras sociales. A su vez, una empresa ligada a Moyano se quedó con un gran negocio, cobrando 17 dólares por cada camión que ingrese a las terminales portuarias de Capital. El líder de la CGT, ya fue beneficiado desde la Casa Rosada tiempo atrás con el Ferrocarril Belgrano Cargas y millones para “capacitación” de los empleados camioneros. Por su parte, los burócratas gremiales vienen apoyando la demanda de subsidios estatales a las patronales sin que se las obligue a frenar las suspensiones y despidos. El Estado actualmente paga $600 de salarios a 65.000 trabajadores privados. Y el ANSeS ya financió a las multinacionales automotrices el valor de 3.277 vehículos con el famoso plan canje para salvarlas de la caída de su producción, cuando sólo se han patentado 500 autos (Crítica, 26-04).
A cambio, Moyano es el encargado de sostener al gobierno kirchnerista. Un servicio caro que tiende a apuntalar al matrimonio presidencial en su mayor debilidad desde su asunción. El apoyo de Moyano no es sólo para contener las luchas, sino que se trata también de un claro apoyo político. El titular de la CGT, como vicepresidente del PJ, presidió el congreso del peronismo bonaerense que eliminó las internas y autorizó al dedo kirchnerista la designación de los candidatos para las listas en ese estratégico distrito. Se comenta que Moyano podría ser otro de los candidatos “testimoniales” del peronismo oficial. A Moyano se lo vio en la recepción del presidente Lula de Brasil y se reúne permanentemente con las grandes patronales. Parece un funcionario más de la Casa Rosada.
Con la burda mentira de la “redistribución de la riqueza”, la CGT y los Gordos patearon las paritarias para después de las elecciones a cambio de sumas fijas de 200 a 300 pesos no remunerativos, es decir, montos que no se consideran para los aguinaldos, vacaciones, ni se les descuentan los aportes patronales para la seguridad social, perjudicando a los jubilados.
Estos dirigentes no van más. No puede ser que estos burócratas se mueran en sus cargos, como Triaca o Lorenzo Miguel, o se tengan que ir por enfermedad a pesar de sus traiciones, como José Rodríguez. Hay que barrerlos, partiendo de apoyar a todos los que luchan y a los nuevos dirigentes combativos que están surgiendo. En ese sentido es muy importante bregar por mantener los SUTEBAs combativos entre los docentes bonaerenses en las próximas elecciones del 10 de junio contra la burocracia de ese gremio (Ctera-CTA) -ver página 5-. Apoyar a los trabajadores del Subte en la pelea por su nuevo sindicato, a los ferroviarios encabezados por el “Pollo” Sobrero y a todas las nuevas conducciones, cuerpos de delegados e internas que se oponen a los dictados burocráticos.
Hay que seguir impulsando una nueva dirección del movimiento obrero, sindical y política, combatiendo a los Moyano y a los burócratas de la CGT, no sólo en el terreno sindical, sino también en el plano político, enfrentando a los políticos patronales del peronismo gobernante como el de los Kirchner, como también a los del peronismo disidente como Solá, Reutemann o Schiaretti. Todos vienen pactando con estos burócratas, mas allá de sus distintas alas.
No hay que ir a la marcha de este jueves de la CGT y concurrir al acto de la izquierda y los luchadores el próximo 1º de mayo en Plaza de Mayo, y en los distintos puntos del país donde se concreten. El frente de izquierda que se ha conformado entre Izquierda Socialista, PTS y el nuevo MAS, es para decirle no a todas las variantes patronales del peronismo, el PRO, la Coalición Cívica y la UCR. Bregando por la independencia política de la clase obrera. Para despojarla de estos falsos dirigentes sindicales y políticos que la vienen traicionando desde hace décadas.
Te pedimos un aporte para seguir apoyando las luchas de los trabajadores.
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