El Socialista

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Escribe:
Federico Ramoi

24 de marzo

¡Basta de impunidad!

Genocidas libres, juicios frenados, sostenimiento de los indultos, Julio López desaparecido, Carlos Fuentealba asesinado por el aparato represivo, y la continuidad de un modelo económico instalado por la dictadura. Sobran razones para que este 24 nos volvamos a movilizar, para que sea una nueva jornada de lucha nacional contra la impunidad que sigue sosteniendo el gobierno de los Kirchner.

Han pasado ya 33 años del golpe militar, y en todo este tiempo nunca ha cesado, ni por un instante, el reclamo del pueblo por justicia. El repudio popular a la dictadura es inmenso. Por eso año tras año crece su fuerza, mientras se suceden las grandes movilizaciones cada 24 de marzo.

Se han conseguido avances, los cuales no fueron producto de ningún gobierno, sino justamente de la presión del reclamo de un pueblo que tiene memoria, y que persigue un legitimo anhelo de justicia. Cada una de las conquistas que se han logrado, fueron arrancadas a los gobiernos, ya que estos siempre defendieron una democracia para los ricos y protegieron a los golpistas poniendo trabas para enjuiciarlos, impulsando leyes de impunidad. Este gobierno es el que se niega sistemáticamente a anular los indultos menemistas beneficiando a las altas cúpulas militares. También retrasa los juicios al fragmentarlos, y no contempla la figura de “genocidio” para enmarcar todas las causas. Con el gobierno de Cristina, Massera está cumpliendo un arresto tranquilo en su casa, y Videla se encuentra en Campo de Mayo, cómodamente custodiado por sus colegas. Ambos, vale recordar una vez más, siguen indultados.

La impunidad actual

La impunidad sigue empujando a los testigos no sólo a revivir todo lo que padecieron, sino también a que puedan convertirse en blanco de posibles venganzas. Este fue el caso de Jorge Julio López, quien, al declarar en la causa contra el represor Etchecolatz, se convirtió en un desaparecido en plena democracia. El gobierno de Kirchner no sólo no resguardó a López, sino que la investigación ha demostrado ser un tremendo fracaso, repleta de irregularidades y sistemáticamente boicoteada por la misma Bonaerense. Es que este gobierno se ha negado a desmantelar el aparato represivo que se mantiene intacto desde la dictadura. Organismos de Derechos Humanos han relevado que más de 9.000 policías, sólo de la Bonaerense, cumplieron funciones durante los años del terrorismo de Estado y hoy día siguen vistiendo uniformes y están armados para “protegernos”.

Este aparato represivo fue el que asesinó en Neuquén al docente Carlos Fuentealba, por pedir un salario suficiente para mantener a una familia. En ambos casos se volvió a garantizar la impunidad.

Siguen beneficiados los cómplices del genocidio

La continuidad de la impunidad abarca a los socios civiles de la dictadura. Nos referimos a la cúpula de la Iglesia Católica, la oligarquía de la sociedad Rural que el gobierno dice enfrentar, y el empresariado. Muchos son ahora socios del matrimonio Kirchner, como el grupo Techint.

Sin embargo, la continuidad de la impunidad se relaciona directamente con la continuidad de un modelo económico y social. El objetivo fue la aplicación de una política económica de hambre, liquidación de las conquistas sociales y saqueo del país, totalmente al servicio de las grandes multinacionales, empresarios locales (como el grupo Techint, Pérez Companc, Pescarmona, Macri, Amalita Fortabat), los bancos y el FMI. La impunidad se expresa en la ilegal e ilegitima deuda externa, la cual era deuda privada transformada en pública por los militares y avalada por los sucesivos gobiernos “democráticos”. En esta crisis económica mundial, el gobierno quiere salvar a los mismos que la provocaron. En cambio, nosotros, los trabajadores, debemos gritar bien fuerte ¡que la crisis la paguen los de arriba!

Hoy más que nunca, tenemos que movilizarnos

En estos días se vio a algunas personalidades mediáticas como Susana Giménez (quien nunca hizo nada para que haya justicia por los desaparecidos), diciendo que los Derechos Humanos “son una estupidez” porque no se hace nada contra la inseguridad. Debemos ser claros: la lucha por los derechos humanos no sólo no ha sido en vano sino una gran necesidad. La movilización logró el Juicio las Juntas en los 80, que se anularan la Obediencia Debida y Punto Final, fruto de ella se tuvieron que reactivar algunas causas, se recuperaron niños apropiados como la nieta 97, hermana de Juliana, hubo condena social a los genocidas, etcétera. Y sigue siendo una necesidad luchar para que haya justicia para los que perdieron la vida por el accionar de la Triple A y la represión militar. Hicieron desaparecer a 30.000 compañeros que luchaban por un mundo mejor, por un mundo más justo, entre ellos a nuestros compañeros del PST que luchaban por una Argentina Socialista. Hoy más que nunca, tenemos que hacer propios esos anhelos, esos sueños. Los Derechos Humanos no son cosas del pasado, son parte de este presente que todos los días buscamos transformar, y parte de esa transformación implica que se haga finalmente justicia.

Este 24 de marzo marchemos en todo el país. A las 15:30, lo haremos desde Congreso a Plaza de Mayo junto al Espacio Memoria, Verdad y Justicia. Tenemos todas estas razones, y muchas más, para buscar una vez más que se termine con la impunidad.


Escribe:
Julio Poblesec

El “glorioso” PST

Lo recordamos con orgullo

Siempre que nos referimos al Partido Socialista de los Trabajadores, del cual provenimos, lo nombramos como “el glorioso PST”. No es una muletilla y menos aún faltar a la modestia. El PST fue glorioso por su cantidad de militantes, en su mayoría trabajadores, tenazmente activos. Lo fue por los sucesivos aciertos en sus caracterizaciones y propuestas políticas; por su metodología democrática y profundamente autocrítica que le permitió ajustar su actividad y política a las condiciones de la realidad. Fue glorioso por su rol protagónico como partido internacionalista al servicio de la clase trabajadora mundial. Y por la moral ejemplar de sus militantes que les posibilitó resistir con heroísmo, primero los ataques de la Triple A -que asesinaron a dieciséis camaradas- antes del golpe del 76, y luego, durante la dictadura, sobreponerse al secuestro, la desaparición, la cárcel, las torturas y a la muerte de un centenar de compañeros. Calidad moral, realismo y a la vez optimismo revolucionario marcados a fuego por las enseñanzas de nuestro querido maestro Nahuel Moreno, quien insistentemente recalcaba las premisas de la lealtad y solidaridad incondicional entre camaradas y hacia el partido; la confianza en la capacidad del movimiento obrero de superar las derrotas, y la necesidad indispensable, a pesar de cualquier tipo de presiones sufridas, de mantenerse inmersos en el seno de la clase obrera, como única manera de preservar al partido en las condiciones más adversas y de continuar la lucha por la liberación de los trabajadores y el socialismo.

Fue así que durante la dictadura, el PST estuvo en la primera fila de las luchas obreras y populares que finalmente acabaron derrotándola. Nombrando a compañeros como el “Petiso” Páez, quien estuvo preso durante toda la dictadura, al “Pelado” Matosas, también preso desde 1975 hasta 1982, a Arturo Gómez, fallecido en el 76 mientras supervisaba una edición de nuestro periódico en la clandestinidad, renovamos nuestro homenaje a ellos y a todos los camaradas del glorioso PST que nos precedieron y hoy ya no están. Y renovamos también nuestro compromiso de seguir su lucha, y la pelea por el juicio y castigo a los asesinos de la Triple A y los genocidas del proceso.


Juliana García recuperó a su hermana

Hace un mes tuvimos una gran alegría. Nuestra compañera Juliana García (foto), después de muchos años de búsqueda junto a Abuelas de Plaza de Mayo, encontró a su hermana naci- da en cautiverio.

El 12 de enero de 1977, 30 militares comandados por el teniente primero Eduardo Alfonso, vestidos de civil, irrumpieron en la casa de Villa Adelina donde vivía Juliana con su papá y mamá: Antonio Domingo García y Beatriz Recchia. Antonio fue asesinado, Beatriz, quien estaba embarazada, fue secuestrada. Juliana tenía 3 años y fue entregada a sus abuelos por los militares. Beatriz parió a su bebé en cautiverio, siendo posteriormente asesinada.

El hecho se comenzó a esclarecer en diciembre de 2008. El ahora general retirado Eduardo Alfonso fue encarcelado. Y la hermana menor de Juliana, después de 32 años, recuperó su identidad. Es la nieta recuperada número 97. Un gran triunfo. Pero quedan centenares de jóvenes que se criaron en manos de sus captores y que no han recuperado su identidad. Y, por otro lado, ¿cuántos militares como Alfonso hay en las Fuerzas Armadas? Alfonso ocupó un alto cargo militar hasta hace poco tiempo.

Juliana denuncia la responsabilidad del gobierno en ambas cuestiones. “No se lo toma el caso de los bebés secuestrados como un tema central. Hay una generación que va del 75 al 80 cuya identidad está en duda. Habría que tomar medidas de con junto, como por ejemplo disponer que el DNI de esta generación venza en dos años y para renovarlo se les tenga que tomar una muestra de sangre. Allí podríamos encontrarlos masivamente. Y las Abuelas que aún viven podrían tener la felicidad de conocerlos. Pero el gobierno no piensa en soluciones de este tipo”.

“Además, la impunidad sigue… hay muchos represores que ni fueron denunciados porque no se los veía o no quedaron testigos. Es el caso del general Alfonso, que nunca había sido denunciado ni visto. Cualquiera que haya participado en la fuerza en ese momento no fue ajeno a lo que pasó. Más allá del grado de participación, habría que invertir la carga de la prueba. Si estuvo en la fuerza tendría que demostrar su inocencia y denunciar los que vio en el sector adonde estaba”. Propuestas que hay que hacer valer en este nuevo 24 de marzo.


Julio López sigue desaparecido

A dos años y medio de su desaparición, los secuestradores de Julio López siguen libres e impunes. Numerosas organizaciones de derechos humanos y partidos políticos -entre ellos Izquierda Socialista- han publicado esta solicitada promovida por Justicia Ya de La Plata, que expresa:

“Luchamos tres meses para que la justicia reconociera que se trataba de un secuestro. Un año para que la Procuración designara personal para la causa. Un año y medio para apartar a la Policía Bonaerense de la investigación. Dos años para que el expediente pase a una Secretaría especial para delitos de lesa humanidad y que, por fin, algún funcionario judicial lea la causa completa y siga las líneas de investigación que involucran a miembros de fuerzas de seguridad y militares. Entonces, cuando por primera vez se apuntaba al círculo de instigadores, ideólogos y ejecutores, el juez se excusa, el nuevo juez aparta a la Secretaría especial y otra vez la causa vuelve a quedar paralizada... Jorge Julio López sufre la impunidad de ayer y la de hoy. Quienes lo torturaron en Arana en 1976, caminan libres por las calles, libres e intocados por la justicia casi todos, y excarcelados por la Cámara de Casación Penal los pocos, muy pocos, que alguna vez fueron procesados. Quienes lo secuestraron y desaparecieron hace dos años y medio siguen impunes. Y nosotros, como venimos haciendo desde hace dos años y medio, seguimos marchando, luchando, denunciando, exigiendo su ¡APARICION CON VIDAYA!”.


Los asesinos políticos de Carlos Fuentealba en libertad

El fiscal Alfredo Velasco Copello sobreseyó a 14 de los 15 imputados en la causa Fuentealba II, que investiga a los responsables políticos del crimen del compañero docente Carlos Fuentealba. Sólo permanece imputado Benito Matus, filmado vestido de civil y disparando a los maestros. Entre los sobreseídos se encuentran los jefes policiales de ese momento y el subsecretario de seguridad del ex gobernador Sobisch. Este último nunca fue imputado. Los docentes neuquinos se movilizaron frente a la Fiscalía General para repudiar la medida, reuniéndose junto a Sandra Rodríguez, esposa de Carlos, con el fiscal Alberto Tribug, jefe de Copello. Sandra Rodríguez declaró que “la decisión adoptada por el fiscal, para quien la mayoría de los que actuaron en la represión que sufrieron nuestros compañeros lo hicieron en el marco de la ley (…), habilita en un estado democrático el uso indiscriminado de la fuerza, la represión y el asesinato como mecanismo válido para resolver los reclamos sociales, tal cual nuestro gremio y Carlos lo hicieron hace casi ya dos años en Neuquén” (fuente: www.rebelion.org).


Escribe:
Hernán Marquetich

Los Kirchner siguen pagando la deuda de la dictadura

El genocidio cometido por los militares estuvo al servicio de la implantación de un modelo económico de explotación y entrega. En 1982, el balance era clarísimo: miles de fábricas cerradas por la apertura a los productos importados y el dólar barato de Martínez de Hoz, y salarios a más del 60% por debajo de los valores de 1976. Pero la verdadera “herencia económica” de la dictadura, iba a ser la deuda externa.

De 4.000 millones de dólares en 1976, creció a 13.000 en 1982. A su vez, los grupos económicos que se desarrollaron al calor de sus negocios con los milicos (obras del mundial 78, autopistas, contratos fraudulentos con empresas públicas), se habían endeudado por otros 13.000 millones. En el final de la dictadura, apareció el presidente del Banco Central, el “joven” Cavallo, para decretar la estatización de la deuda externa. De un plumazo, los grandes pulpos quedaban libres de deudas y el Estado argentino asumía 26.000 millones a pagar.

Como quedará demostrado años más adelante, gracias a la impresionante investigación de Alejandro Olmos, esos 26.000 millones de dólares se componían de créditos, en muchos casos inexistentes. El FMI, por su parte, no sólo promovió y avaló este endeudamiento, sino que también contribuyó, siendo el primero en reconocer a la dictadura, otorgándole un crédito a días de producido el golpe del ’76.

Los gobiernos de la democracia no hicieron nada para romper con la “herencia maldita”. No sólo reconocieron y siguieron pagando la deuda con el hambre del pueblo (haciendo que aumentara hasta los hoy impagables 150.000 millones de dólares), sino que tomaron como aliados a los mismos grupos económicos que crecieron a la sombra de los militares y siguieron amasando fortunas en estos años.

Hoy los Kirchner hablan contra la dictadura. Pero siguen sosteniendo y desarrollando el modelo que nació con el genocidio: se siguen enriqueciendo los mismos, mientras crece la pobreza y la marginación.

Este gobierno, fiel a su doble discurso, no sólo paga la deuda, sino que se transformó en el que más abonó en efectivo en la historia. Este año, 15.000 millones de pesos se ofrecieron al canje, entregando un nuevo bono, con vencimiento en 2014, con una tasa de interés flotante que puede llegar a duplicar en ese año el total a pagar. Vale decir, el gobierno cambió una deuda por otra a corto plazo, con la que regaló casi un 100% adicional. Y es el que ha llevado a que la deuda externa argentina, generada durante el “proceso”, siga incrementándose como una gigantesca y voraz bola de nieve que ningún gobierno (a excepción de uno verdaderamente popular) será capaz de parar y pulverizar.

Nuevamente los Kirchner, al igual que sus antecesores y a 33 años del golpe, continúa convalidando una deuda creada por la dictadura genocida y sus cómplices, que se ha ido inflando a través de los años con sucesivas estafas disfrazadas de renegociaciones, canjes y megacanjes. Justo en momentos en que esa plata va a salvar a los capitalistas y banqueros que provocaron la crisis mundial actual.


¡Siguen indultados!: Videla y Massera

Hace tiempo que la Justicia, después de tantos años, anuló los indultos a estos personajes. Pero la medida fue apelada y no ejecutada aún. Quiere decir, que estos asesinos siguen beneficiados por los indultos de Menem.

El caso Massera es de terror: estuvo meses y meses bajo una supuesta “muerte cerebral”, en condición de inimputable. Pero un perito italiano viajó al país y confirmó que el genocida se encuentra lúcido y en plenas facultades mentales para afrontar un juicio en Roma por la desaparición de tres ítalo-argentinos, y que simula su condición mental a fin de evitarlo. Massera fue hospitalizado de “urgencia” en el Hospital Naval Militar por un supuesto síncope cardíaco. Posteriormente fue dado de alta y volvió a su cómodo piso de la Avenida Libertador de Capital, ya que goza de prisión domiciliaria.

Por su parte, Jorge Rafael Videla fue requerido por Italia para ser juzgado por 27 desapariciones de ciudadanos de ese país en el marco del Plan Cóndor. Videla rechazó el pedido, mientras continúa recluido en Campo de Mayo, al cuidado de los privilegios que le brindan sus pares, en vez de estar en cárcel común. Astiz, por su parte, vive en la Base Naval de Puerto Belgrano, Bussi en un country, Bignone en su departamento de Palermo, y uno de los condenados junto al asesino Luciano Benjamín Menéndez salió de la cárcel común y le dieron domiciliaria. Muchas razones para marchar este 24 contra la impunidad de hoy que sigue vigente con Cristina.


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