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Socialista es una publicación de Izquierda Socialista
Escribe:
Hernán Marquetich
Se desangra el kirchnerismo
Reutemann se aleja del oficialismo
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No hacía mucho que Carlos Reutemann sacudió el avispero, al declarar en una entrevista que existía la posibilidad de que se postule como candidato a presidente en el 2011. Contrariamente a lo que se podría suponer, los Kirchner vieron con buenos ojos la anticipadísima postulación del “Lole”. De esta forma le quitaba espacio en los medios a la oposición de los partidos patronales que se habían lanzado a cosechar electoralmente el descontento oficial.
Pero el batacazo lo dió hace unos días, cuando Reutemann presentó la renuncia al bloque de senadores del Frente de la Victoria, separándose así del oficialismo, aduciendo que de esta manera podía defender mejor los intereses de su provincia, Santa Fé.
La realidad es que es un claro distanciamiento del kirchnerismo para no quedar pegado a la imagen negativa que tiene el gobierno en su provincia y en el resto del país, y poder así sacar provecho de su buen posicionamiento en las encuestas para las elecciones de este año, en donde buscará renovar su banca de senador, como parte de su carrera hacia la presidencia.
La maniobra del ex corredor de Fórmula 1 forma parte de la sangría que está sufriendo el kirchnerismo, con el abandono de sus filas de legisladores, gobernadores y otros dirigentes políticos, a tal punto que más que sangría, algunos están hablando de hemorragia del poder de los Kirchner. Es que en época electoral sucede lo que señala un legislador del oficialismo “…si la economía no junta votos y los candidatos se caen de las encuestas, mejor despegar y buscar otras compañías.” (Noticias, 21-02-09).
Así, alejándose de los Kirchner, Reutemann se coloca como parte de las distintas movidas de políticos patronales que buscan aprovechar el descontento popular que hay hacia el gobierno, como los Solá, Carrió y tantos otros.
Reutemann no es salida para los trabajadores
El actual senador santafesino inició su carrera política de la mano de Menem, firmando su afiliación al PJ en Anillaco. En 1991 llegó a la gobernación de Santa Fé por primera vez, siendo electo nuevamente para el cargo en 1999. Los trabajadores de su provincia pueden dar testimonio que durante sus dos mandatos aplicó las mismas políticas que el riojano en el país. Como muestras se puede señalar que en su segundo mandato ocurrió la inundación de la ciudad de Santa Fé, que produjo destrucción, desolación y una cantidad de muertos que nunca fue precisado, siendo Reutemann el principal responsable político de semejante tragedia. De la misma manera lo fue de las víctimas de la represión policial ocurrida en su provincia durante el levantamiento popular del 19 y 20 de diciembre de 2001.
Más recientemente, el ex piloto viene manteniendo una relación oscilante con respecto al matrimonio Kirchner. Desde 2003 los viene acompañando silenciosamente, recobrando protagonismo al defender al campo en el conflicto por la resolución 125 (el mismo es dueño de 300 hectáreas dónde se dedica al cultivo de soja y trigo), para luego negociar con Kirchner el regreso a sus filas, apoyando las leyes de estatización de Aerolíneas y de las AFJP.
Los políticos patronales han comenzado la carrera por mostrarse como alternativa frente al declive de los Kirchner. Carrió y los radicales, Solá, Macri y De Narvaez, y ahora Reutemann, intentarán mostrarse como alternativa para ganar el voto de los desencantados con el kirchnerismo. Pero ninguno de ellos significa un verdadero cambio a favor de los intereses del pueblo trabajador. Ninguno defiende el salario o se opone a los despidos y suspensiones. Todos quieren mantener las privatizaciones y seguir pagando la deuda externa. Y ante la crisis económica mundial, cualquiera que gane, será el vehículo para que la crisis la paguen los de abajo, salvando a capitalistas y banqueros.
Es necesario pelear por la unidad de los luchadores y la izquierda, tanto para apoyar ahora los reclamos obreros y populares, como para presentar en el terreno electoral un frente que levante las propuestas de fondo que necesitan las amplias mayorías. Por eso, desde Izquierda Socialista llamamos y nos comprometemos a realizar nuestros máximos esfuerzos para concretar un Frente de Izquierda y de los trabajadores que enfrente al gobierno y a estas falsas alternativas patronales.
Urtubey, gobernador de Salta: La nueva generación de Cristina
La semana pasada, Salta volvió a estar en la agenda de medios, aunque esta vez, no por las inundaciones de Tartagal, sino porque en esa provincia también se ponía de manifiesto la crisis del kirchnerismo, con la partida del senador Juan Carlos Romero del bloque oficialista. El anuncio de ruptura se sumaba al de otros políticos que, como Reutemann, ante la evidente crisis del kirchnerismo decidieron pasarse a la “oposición”. En un intento por minimizar los hechos, desde la Rosada argumentaron que se iba “uno de los que nunca había estado”, aludiendo al pasado menemista de Romero, en oposición a un supuesto proyecto progresista encarnado en el oficialismo. Pero en Salta apoyan al actual gobernador Urtubey a quien incluso presentan como parte de la “Generación del Bicentenario” que vendría a renovar la política, contra los viejos carcamanes como Romero. No es casual que Salta haya sido una de las principales provincias favorecidas por el reparto del Estado Nacional en el presupuesto 2009. Sin embargo, tal como ha quedado evidenciado en Tartagal, el joven gobernador salteño poco tiene de progresista.
Romero, Urtubey, Cristina… al servicio del desmonte
Que lo de Tartagal no fue una simple tragedia, es un hecho. De haberse cumplido los compromisos asumidos por los gobiernos nacional y provincial luego de las inundaciones de 2005, se hubiera evitado una nueva catástrofe. Sin embargo, no sólo las obras anunciadas nunca se concretaron, sino que la situación continuó agravándose ante el constante avance de los desmontes, política que ha sido avalada tanto desde la presidencia como desde el gobierno provincial. En el caso de Cristina, hizo falta que ocurriera este crimen para que promoviera la demorada Ley de Bosques, que hasta entonces estuvo cajoneada en la Rosada. El caso del gobernador salteño es aún más grave. Urtubey, quien al asumir había dicho “se acabó el festival de los desmontes en Salta”, no sólo no ha hecho nada en contra de la tala indiscriminada, sino que la ha promovido. A fines de 2008, mientras se debatía la aprobación de la Ley de Bosques, la Legislatura salteña aprobó una ley que permitía el desmonte de “todas las tierras con aptitud agrícola”. Sólo durante ese año, se desmontaron 136.000 hectáreas con la aprobación de los permisos por parte del gobierno provincial. No sólo eso, sino que uno de las principales beneficiarias fue la empresa agrícola Unapala, comandada por los hermanos de Urtubey, uno de ellos también funcionario público. Lo mismo el actual ministro de Desarrollo Económico, Julio César Loetayf, quien en sus ratos libres administra una empresa dedicada al desmonte, denunciado también por someter a situaciones de esclavitud a dieciocho peones tobas. Como se ve, los “nuevos políticos K” son más de lo mismo…
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