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Julio Poblesec 

Otro canje

Un nuevo robo

Cristina Fernández anunció un canje “sin precedentes” con el que difiere por cinco años el pago de $15.000 millones de “Préstamos Garantizados” que vencían en 2009. Lejos de ser un oxígeno significa una nueva hipoteca en condiciones de usura, que aumenta la deuda externa. El gobierno sigue beneficiando a los banqueros, comprometiendo el sacrificio de millones de trabajadores.

Cristina sigue pagando una deuda que viene de la dictadura a costa del pueblo

La presidente afirmó que la aceptación casi total de este nuevo canje por parte de los acreedores (97%), significa un considerable alivio para los compromisos inmediatos que debía afrontar el Estado. Agregó que atribuía dicha aceptación a la confianza que transmite su gestión.

Desde luego que en este año electoral, en medio de la crisis económica mundial y los miles de millones de pesos de vencimientos de deuda externa, el kirchnerismo necesita, no uno, sino muchos “alivios”. Y eso es lo que está buscando con sus últimas medidas: “hacer caja” para ayudar a salvar a los empresarios y banqueros de las consecuencias de la crisis mundial, y para seguir pagando (mejor dicho, haciéndonos pagar a los trabajadores) la deuda externa más vil e ilegítima conocida en la historia. Desde todo punto de vista, este último diferimiento del pago de los Préstamos Garantizados (PG) es más de lo mismo. Y basta con interiorizarse un poco sobre sus características para descubrir que además encierra connotaciones y consecuencias nefastas. Veamos.

Pésimo negocio

Los 15.000 millones de pesos en PG que se ofrecieron al canje, si bien trasladan algunos de los próximos vencimientos de 2009-2010 para el 2014, muy lejos se encuentra esta medida de solucionar todos los problemas de pago. A cambio de esta postergación, el gobierno entregó un nuevo bono denominado BONAR14, con vencimiento en 2014, con una tasa de interés flotante que puede llegar a duplicar en ese año el total a pagar. Vale decir, el gobierno cambia una deuda, por otra a corto plazo, con la que regala casi un 100% adicional. ¡¿Cómo no iban a recibirlo con ferviente algarabía los acreedores?! Más aún, tratándose de pulpos financieros internacionales que tienen suficiente “pedal” para esperar este cobro diferido a corto plazo. (ver “Los banqueros beneficiados”).

El mismo gobierno que presta la plata del Anses -que es de los jubilados-, para la compra de electrodomésticos a una tasa del 11% anual, está dispuesto a pagarle a sus acreedores en PG una tasa del 20%. ¡Pésimo negocio!

En esencia, este mecanismo de patear la pelota hacia adelante, ofreciendo jugosas ganancias, como son, entre otras, las tasas de interés flotante, es idéntico al que vienen practicando todos los gobiernos posteriores a la dictadura. Y es el que ha llevado a que la deuda externa argentina generada durante el “proceso”, siga incrementándose como una gigantesca y voraz bola de nieve que ningún gobierno (a excepción de uno verdaderamente popular) será capaz de parar y pulverizar. En un trabajo del diputado Mario Cafiero, recientemente difundido, éste expresa que “préstamos similares tomados a tasa flotante al 6% anual con la banca internacional en la década del 70, terminaron pagando intereses superiores al 20% anual, generándose así la bola de nieve financiera que aplastó al país en 1982, 1989 y 2001 y ahora vuelve a empezar”.

No hay que pagar más

Nuevamente, Cristina Fernández, igual que su esposo y sus antecesores, continúan convalidando una deuda creada por la dictadura genocida y sus cómplices, que se ha ido inflando a través de los años con sucesivas estafas disfrazadas de renegociaciones, canjes y megacanjes, pergeñados por sus mismos supuestos acreedores y concretados por sus “empleados” de turno en el poder. En la coyuntura económica actual, en la que ha quedado a la vista del mundo entero quiénes son los especuladores que se quedan con todas las riquezas, promoviendo burbujas y negociados especulativos, la presidenta, en lugar de aprovechar esta oportunidad inigualable para dejar de pagar la deuda (como lo hizo Ecuador parcialmente en estos meses), con este canje no hace más que salvar a los mega bancos estafadores. Los tarifazos, los bajos salarios, la desocupación, la reducción de los presupuestos para salud y educación son para eso. Por eso nos tenemos que oponer. Y luchar para no pagar más.

¿De dónde vienen los préstamos garantizados?

En 2001, De la Rúa y Cavallo inventaron el “Megacanje” con la misma excusa que hoy utiliza Cristina: buscar “alivio” para el Estado. En realidad, salvaron a los bancos ante la crisis que se preveía y que ellos mismos habían generado, postergando compromisos a costa de incrementar la deuda en 55.000 millones de dólares. Les permitieron además (“corralito” mediante) llevarse sus reservas al exterior dejando sólo papeles en su lugar. Luego realizaron otro canje, esta vez convirtiendo los títulos del “Megacanje” en “Préstamos Garantizados” con el cobro de impuestos, con vencimiento a cuatro y cinco años.

En 2005, Néstor Kirchner y su ministro Ricardo Lavagna formalizaron la famosa quita que volvió a revalidar títulos de la deuda que habían perdido valor. Y luego, con el pago de contado al FMI, nos dijeron que nos habíamos desendeudado, mientras la deuda siguió aumentando.

Ahora le toca a Cristina repetir la estafa. Como puede observarse, los actuales compromisos de pago no son más que la misma deuda de siempre que, estafa tras estafa, viene cambiando de color y sobre todo, aumentando exponencialmente de tamaño desde la época de la dictadura. Por el Megacanje de 2001, Domingo Cavallo y su secretario de Finanzas Daniel Marx, se encuentran actualmente procesados ¿Correrán igual suerte en el futuro Néstor Kirchner, Cristina Fernández y sus funcionarios, por las similares estafas al Estado que vienen perpetrando, como ésta última “renegociación” de los PG? Lo cierto es que hoy Argentina debe la friolera de 150.000 millones de dólares.

Prat Gay (Carrió) con el FMI

Prat Gay, el economista estrella de Carrió y posible candidato de la Coalición Cívica en Capital, fue recibido en EE.UU. por el jefe del FMI. Tal vez por su condición de ex presidente del Banco Central, Prat Gay logró que Dominique Strauss Kahn le abriera las puertas en Washington por una hora. No es poco, cuando la crisis mundial acapara todas las agendas.

De la reunión hubo algo que llamó la atención de Prat Gay y es que ahora el FMI, supuestamente, en vez de alentar políticas de ajuste fiscal, impulsa paquetes con expansión de recursos para evitar la recesión. “Están dispuestos a ayudar, habría que pedirle préstamos al FMI”, señaló el candidato de Lilita. No es casual.

Carrió viene apoyando todos los pagos de la deuda, renegociaciones, canjes, megacanjes y demás entregas inimaginables que se hayan hecho respecto a ésta. La líder del ARI habla de corrupción, pero no dice nada del acto más corrupto y sanguinario que sufren millones: la deuda que viene de la dictadura y que, con su venia, Kirchner sigue pagando.

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