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Editorial
APOYEMOS a docentes estatales y estudiantes
Cristina Fernández de Kirchner dispuso la semana pasada el pago de contado de una deuda ilegítima con el Club de París. Ahora viajó a Brasil para seguir facilitando negocios en beneficio de los empresarios, en el marco del Mercosur, con el presidente Lula da Silva. Mientras tanto, en nuestra tierra, no cesan los reclamos de docentes, estatales y estudiantes. Y de nuevo volvió a expresarse el repudio popular contra el pésimo servicio que prestan las privatizadas, en este caso, los trenes de la ex línea Sarmiento, por parte de la patronal kirchnerista de TBA.
El gobierno, por más que intente remontar su imagen con medidas cosméticas después de la derrota en el Senado tras la protesta agraria, no gana ni para susto. “Justo cuando estábamos para festejar la enorme mayoría que obtuvimos con la ley de Aerolíneas, incendian los vagones del Sarmiento”, se quejaban con amargura en la secretaría de Transportes. (Clarín, 5-09)
Es una vergüenza escandalosa que el gobierno, en el mismo momento que disponía 21.000 millones de pesos (6.700 millones de dólares) para satisfacer una deuda que el pueblo no contrajo con países imperialistas, sea el mismo que implementa salarios de miseria a docentes y estatales. Daniel Scioli, el gobernador peronista y delfín de Cristina en la provincia de Buenos Aires, otorgó un aumento miserable a docentes llevando el básico a 809 pesos, catalogándolo de “muy bueno”, creyendo que los maestros, previo acuerdo con la burocracia, iban a aceptar. Pero en una digna lección de rebeldía, los docentes rechazaron la oferta y van por más. Ahora les quieren descontar los días de paro y hacer cumplir los 180 días de clases, cuando es el gobierno el que no cumple. Mejor dicho, cumple en pagar la deuda externa y no en saldar la deuda con la educación.
El gobernador kirchnerista de Entre Ríos, Sergio Uribarri, tiene a 37.000 docentes con un básico de 700 pesos, les niega el aumento que piden diciendo que “no hay presupuesto”, descuenta los días de paro y llamó a que se haga cargo del asunto la “Justicia”. ¡Caradura! ¡Es él quien tiene que hacerse cargo! ¿Por qué no dijo nada de que los pagos al Club de París llevaban a que “no hubiera presupuesto”?
Por su parte, el gobernador Juan Schiaretti de Córdoba, en puja con el gobierno nacional, recortó las jubilaciones y perjudica a los activos quitándoles el 82% móvil. El primero mete la mano en la Caja de jubilaciones de la provincia para paliar su crisis. Y los Kirchner la meten en la Anses para pagar la deuda externa.
El gobierno nacional, de la mano de los gobernadores, sean afines u “opositores”, las patronales y la burocracia sindical, intenta hacer todo esto con persecuciones a los que luchan. Detuvieron a dirigentes sindicales en Córdoba allanando sus domicilios al mejor estilo de la dictadura; culpan a la izquierda y a trabajadores ferroviarios de la quema de los trenes en Castelar; descuentan los días de paro a los que luchan, detuvieron y golpearon a tres directivos y dos despedidos de Fate por intentar poner una carpa frente a la fábrica y, la semana pasada, querían expulsar, en un hecho inédito, a los delegados del Subte. ¡Mientras Cristina no soluciona ningún problema de fondo! Mantiene salarios y jubilaciones de pobreza; las privatizadas y sigue enviando la plata que generan millones de trabajadores a subsidiar a grandes empresarios y a engordar a los usureros internacionales.
Si a esto le faltaba algo, era la bendición de Hugo Moyano, de la CGT, y Hugo Yasky, de la CTA, mas allá de algunas declaraciones de compromiso. La CGT hizo saber su malestar por la continuidad de la tablita de Machinea que sigue haciendo pagar ganancias al salario; o repudiando las detenciones en Córdoba. Yasky, por su lado, criticó las declaraciones del ministro Aníbal Fernández contra Pino Solanas por la quema de los trenes. Pero ambos, la semana pasada, se sacaron la foto en Olivos con la presidenta, dejando claro que van a seguir con el pacto de no mover un dedo para apoyar los reclamos por salario y, mucho menos, para exigir la reapertura de las paritarias.
A pesar de los dirigentes, la fuerza de las bases se sigue expresando y con fuerza. Los docentes bonaerenses se rebelaron y paran nuevamente junto a los estatales; los maestros de Capital vienen de un exitoso paro y luchan en varias provincias; los estatales de Córdoba anunciaron medidas y se movilizaron logrando la libertad de los detenidos; el paro anunciado en el Subte hizo retroceder momentáneamente las amenazas de la UTA; los estudiantes de la UBA tomaron facultades en apoyo a los docentes universitarios y por infraestructura; y los secundarios de Capital siguen luchando contra Macri por más becas.
¡Hay que redoblar el apoyo a los que luchan! Llamando a coordinar a todos los sectores para enfrentar al gobierno nacional y a los gobernadores cómplices. ¡Plata hay! Que vaya a salarios, jubilaciones, salud y educación, no para la deuda externa. Por más presupuesto para educación. Por más becas y edificios dignos para cursar.
Hay que repudiar el pacto de la CGT y CTA reclamando un aumento de emergencia para todos los trabajadores, la reapertura de las paritarias, seguir con la campaña de un millón de firmas contra los índices truchos del INDEC (ver contratapa) y defender a los dirigentes que luchan.
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