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El modelo de los Kirchner

¡No va más!

Los pequeños productores, con más de 100 días de lucha, están logrando quebrar las retenciones sin diferenciar aplicadas por Cristina. Las mismas, buscan recaudar más para pagar la deuda externa y subsidiar a sus empresarios amigos, y de paso, concentrar aún más la tierra en manos de la oligarquía, los Benethon, Grobocopatel y grandes burgueses del campo.

Como producto de esa gran lucha que recorrió el país, el gobierno perdió la mayoría automática en el Congreso, a pesar de los aprietes del ex presidente a sus diputados reclamando “que pongan lo que tengan que poner” al grito de ¡traidores!

Si acatan la disciplina del matrimonio presidencial, los diputados no pueden volver a sus provincias de origen. Ya le pasó a Scioli, quien fue corrido a huevazos de Olavarria. Por eso se produjeron realineamientos dentro del PJ, ya que detrás de la protesta agraria se coló el malestar de millones contra la inflación, los bajos salarios, las patotas, el autoritarismo oficial y los problemas sociales no resueltos. Varios gobernadores, intendentes, diputados y senadores ya no se disciplinan a la Casa Rosada, reabriendo con más fuerza la crisis histórica del peronismo, obligando a cambiar el proyecto parlamentario que había que votar a “libro cerrado”, a riesgo que, si el gobierno no lo hacía, se exponía a sufrir una nueva derrota que debilitaría aún más sus ya Comidifíciles horas de gobierno.

 

Muchos trabajadores, cansados de esta puja, reclaman al gobierno una urgente solución, ya que consideran que esta pelea no les es ajena. Intuyen correctamente que, si gana el gobierno, seguirá tratando de perjudicar a los trabajadores de la misma forma que lo intenta hacer con los pequeños productores, quienes fueron el motor de la protesta agraria. En cambio, si ganan éstos, se abrirán mejores condiciones para pelear por el salario y demás cuentas pendientes que tiene el movimiento obrero con el kirchnerismo.

Cristina, con el malherido “Acuerdo del Bicentenario”, que intentará reflotar, quiere seguir con su modelo de inflación y bajos salarios al servicio de las grandes patronales, multinacionales y el imperialismo. Entregando el petróleo a manos de Repsol, invirtiendo en el proyecto faraónico del Tren Bala en vez de reconstruir un tren para todos, a la vez que destina los fondos del presupuesto nacional para los de arriba en vez de combatir la pobreza y la desocupación. Modelo que, a pesar de las críticas electoralistas, también comparten Carrió, Binner, Juez y toda la oposición patronal.

Izquierda Socialista, acercándose el 9 de Julio, fecha de nuestra primer independencia patria, propone luchar por un modelo alternativo al servicio de los trabajadores y el pueblo, que empiece por otorgar salarios y jubilaciones al valor de la canasta familiar, precios máximos y eliminación del IVA de los productos básicos, retenciones diferenciadas para que paguen más los que más tienen, una profunda reforma agraria, reestatización de las privatizadas empezando por Repsol-YPF y los ferrocarriles, la suspensión de los pagos de la deuda externa para invertir en salario, trabajo, salud y educación, en el camino de lograr la segunda independencia nacional.

 

Frente a la interna de la CGT, y para reacomodarse, Hugo Moyano llego a decir que por la escalada inflacionaria, hace falta para el 2008 un 20% más de aumento salarial, después de haber impuesto el techo del 19,5%. Rápidamente, desde la Rosada lo hicieron callar. No les costó mucho. Se sabe que el Congreso de la CGT fijado para Julio no discutirá ningún plan de lucha, sino que sólo repartirá dádivas y cargos para cerrar la interna gremial y seguir pactando salarios de pobreza con el gobierno. La CGT y la CTA de Yasky se dedicaron durante todo el conflicto agrario a apoyar a Cristina, en vez de hacerlo a favor de los pequeños productores, impidiendo la unidad entre éstos y los trabajadores, lo que hubiera posibilitado enfrentar unidos al modelo económico y político del gobierno.

El avance de los pequeños productores y el gran debilitamiento del gobierno de Cristina, genera nuevos bríos para que los trabajadores salgan a luchar por sus reivindicaciones. Así como los chicos del campo, con cortes de ruta y asambleas desnudaron que las retenciones los perjudican más a ellos que a los grandes, la gran tarea que deben emprender ahora los trabajadores, es desnudar que las mayores “retenciones” en la Argentina son a los salarios y las cobran los formadores de precios en las góndolas con la brutal inflación que descargan contra el pueblo trabajador.

Los pequeños productores demostraron que se le puede torcer el brazo al gobierno. Es necesario abrir un camino de lucha para derrotar la inflación y conquistar un aumento salarial de emergencia para todo el movimiento obrero. Para conseguirlo tenemos que derrotar al gobierno y a las patronales, superando el pacto de la CGT y la CTA.

Del conflicto agrario se desprenden condiciones más favorables para enfrentar el modelo de concentración. Se hace necesario debatir en cada lugar de trabajo cómo se deben preparar los trabajadores para enfrentar el segundo semestre de 2008: contra el techo salarial, impulsando asambleas para exigir la reapertura de las paritarias, tomando, apoyando y coordinando las distintas medidas de lucha para arrancar mejoras salariales.

Los pequeños productores dieron el ejemplo. Los trabajadores deben luchar decididamente para lograr la unidad en el camino de derrotar este modelo de saqueo kirchnerista, al cual hay que decir bien fuerte... ¡no va más!


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