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PANORAMA POLÍTICO

El gobierno en su peor momento

Luego del masivo acto del 25 de mayo en Rosario, el gobierno está en su áximo punto de debilidad. Cristina, casi en soledad, en Salta, apenas balbuceó breves palabras y generalidades, mostrándose por fuera de la realidad. Los pequeños productores, con un amplia simpatía del pueblo trabajador, fortalecieron su lucha y siguen generando divisiones en el frente patronal-gobierno. ¿Hacia dónde se encamina la realidad política argentina?

El impresionante acto en Rosario demostró la fuerte vinculación entre la protesta agraria y los pueblos del interior. Y, aunque algún sector pueda tener dudas, debido a la brutal y falaz campaña del gobierno y sus agentes, goza de simpatía entre los trabajadores. Incluso, el sentimiento general de que “esto se termine”, apunta a exigir al gobierno que salga de su necedad y cambie.

Con su política “del tero”, escondiendo la cabeza para no asumir la realidad, el gobierno se sigue desgastando ante millones. Con sus anuncios unilaterales -una nueva maniobra para confundir a la opinión pública e intentar dividir el frente agrario- ha generado más malestar y la profundización del conflicto. Los dirigentes no pueden desmovilizar a sus bases, -como lo desearían por ejemplo los de la Sociedad Rural-, porque no tienen nada sustancial para mostrar. El acto fue un cachetazo para aquellos sectores -lamentablemente también de izquierda, como el PO o el PTS- que no asumen que el motor de la lucha son los chacareros y los pueblos del interior.

La tozudez del gobierno a ceder, genera mil hipótesis ¿Por qué no arregla de una vez? Necesita sacar tajada de las retenciones para sostener un modelo agotado, basado en subsidios a las patronales amigas y en pagar vencimientos de la deuda externa, lo que se ha transformado en un verdadero problema para el gobierno.

Transformó el conflicto en una pulseada y teme, con razón, que si retrocede, venga una catarata de reclamos, fundamentalmente por aumentos salariales. Pero también de sectores patronales, que se pelean para que los “retoques” del modelo no los perjudiquen a ellos.

Además, es un gobierno que impulsa la concentración económica en pocas manos. Por eso, con el campo, más allá de su retórica absurda, beneficia a las multinacionales exportadoras imperialistas, los holdings y a la oligarquía. El embajador yanqui visitó a Cristina, preocupado en que no ceda a los pequeños productores, defendiendo los intereses de Monsanto, Dreyfus y Cargill.

Más leña al fuego

Julio De Vido confesó: “el flaco siempre fue así, medio loco, pero hasta ahora siempre le ha salido bien”, asumiendo, de paso, que es Néstor quien gobierna. En Santa Cruz, lo llaman “patrón de estancia”. Dicen que cree que esto pasará, como las marchas de Blumberg. Que Cristina -quien se cree Evita acosada por la derecha-, sostiene que hay un enfrentamiento con la oligarquía fascista, como en Bolivia, y que el presidente Uribe está detrás.

Así, el gobierno no hace más que echar leña al fuego, aislarse y romper lo que tanto les había costado lograr desde la gestión de Duhalde: la unidad de los sectores patronales detrás del modelo y del gobierno.

Este enfrentamiento, genera una fuerte división patronal. Le fracasó, por ahora, el Acuerdo del Bicentenario, por el que habían trabajado para sostener el mandato de Cristina. La Iglesia, UIA, ahora el grupo Clarín, le piden que arregle. No puede sostenerse un país de negocios con más de 90 días de conflicto. El gobierno, incluso, llegó a prohibir exportaciones a su amigo senador Urquía, dueño de la aceitera General Deheza, por falta de aceite en el mercado. Y el modelo económico muestra fuertes grietas. El dólar alto está en crisis, por la inflación. Muchas cosas salen más baratas en Estados Unidos y se empieza a importar más, licuando el superávit comercial. El dólar se mantiene, porque el Central tira millones de dólares diarios. Pero pequeños y grandes ahorristas sacan plata de los bancos y los asesores de Wall Street recomiendan irse de Argentina. Hace un mes las reservas eran de 52.000 millones de dólares, hoy están en 48.500 millones. Kirchner reconoció que mantener el valor del dólar sale 12.000 millones al año. A esto hay que sumarle los 1.500 millones de dólares en disputa con el campo.

Siguen en baja el consumo, las ventas, los créditos. Se paraliza la agro-industria y el comercio en el interior del país. Los transportistas cortan rutas exigiendo que se pongan de acuerdo, porque hace tres meses que están casi sin trabajar. En muchas fábricas hay suspensiones, despidos y no se renuevan los contratos. Ya casi ningún sector piensa en venir a invertir.

Además, se cerró el crédito para el país. Sólo Venezuela presta y a un interés altísimo. Además de un negociado, lo que explica la desesperación por ratificar el antipopular Tren Bala, es mostrar que pueden venir inversiones. La visita a Berlusconi tiene el mismo objetivo. La crisis energética vuelve a aparecer, cortándose el gas a varias industrias y a escuelas, donde ya hubo repudios. Este problema crónico es un cuello de botella para el crecimiento.

Por otro lado, los datos que mostraban disminución de pobreza se acabaron en 2006. Vuelven a aumentar por el flagelo de la inflación, los bajos salarios y el aumento del desempleo. El INDEC ya es un hazmereir. Los empresarios se manejan con cifras paralelas, y eso también afecta las inversiones. La inflación se come los salarios y genera necesidad de reclamar, para que los ingresos no pierdan tanto ante el aumento descarado de los alimentos.

Cristina en picada y el PJ en crisis

Las encuestas dicen que Cristina sólo tiene el 26% de imagen positiva. Las expectativas con el gobierno cayeron rotundamente. En cinco meses el país es otro. Hay un antes y un después con el conflicto del campo y la bronca en amplios sectores de la población. El repudio al gobierno -y en especial a Cristinaes muy extendido. En amplios sectores populares y de trabajadores la bronca creció, porque la plata no alcanza, por la inflación y por hechos políticos: las patotas, las mentiras del gobierno, el INDEK trucho, el Tren Bala... Esto es un gran cambio. Cayó Lousteau, quedó tambaleando Alberto Fernández y pueden venir más cambios. Ya aparece mucha gente que no dice el clásico “yo no la voté”, sino que directamente hacen “mea culpa” por haberlo hecho.

El PJ ahondó su crisis. A Reutemann, Busti, Schiaretti, se sumaron muy duro De la Sota (“yo no seré parte de un partido stalinista”) y Duhalde (“si el gobierno sigue sordo y ciego a la realidad, estamos en el horno”). Scioli está en crisis por el paro agrario y su señora sufrió un escrache a manos de pequeños productores. Capitanich hizo el zafarrancho de leer el violento texto del PJ, cuando años atrás estaba por la anulación, lisa y llana, de las retenciones. Fue atacado a huevazos en un acto en Chaco. El gobierno anunció las medidas denostando a la soja, al lado de Alperovich, productor de esa oleaginosa en Santiago del Estero. Cada día más intendentes se suman al apoyo a la protesta, con pánico de perder su única base electoral. El Congreso es papel pintado, ni siquiera pueden debatir el tema. Esta en crisis el Pacto Social, reducido a la patota de Moyano y D´Elía (Moyano apoyó la represión a los chacareros en San Pedro) e intentar mantener el techo salarial. Y ya se empiezan a mover más sectores por aumento salarial.

Crecen las luchas por salario

La división de la burguesía, el gobierno y el PJ, se trasladó a la CGT. Corre riesgo la ratificación de Moyano, ante la embestida de los “gordos” (Cavalieri, Lezcano, Pedraza), que postulan a Caló de la UOM, ligado a la UIA. O una negociación, poniéndolo de adjunto de Moyano. Además de las peleas entre ellos y por espacios de poder, también buscan una cara distinta ante el ya desgastado Moyano.

Ninguna de esas variantes puede servir a los trabajadores, pero estos roces pueden favorecer alguna fisura por donde colar el reclamo por salario. También tratar de ganar terreno si van en listas enfrentadas, como pasaría, por ejemplo, con la burocracia de la UEPC-docentes- Córdoba. Allí se dividieron para las elecciones, entre un sector pro gobernador y otro del intendente.

El ascenso obrero y popular crece. El centro siguen siendo los pequeños productores, pero han crecido las luchas obreras. La huelga de petroleros de Santa Cruz contra Eskenazi, logró un aumento a cuenta y el pago del 100% de los días de huelga. Paró por 12 horas la CGT Rosario por el asesinato de un taxista. Se tomó la planta de Arcor en Salto, por despidos. En paritarias acordaron por encima del 19% trabajadores del Plástico, Pinturas, Carnes, Avícola, metalúrgicos, SMATA. Lograron aumentos los empleados públicos y docentes de Córdoba y salieron los municipales. También docentes de Santa Cruz, Neuquén y están parando en Tierra del Fuego, Formosa, Rosario, Entre Ríos. Las patronales están asustadas porque se habla de pedir reapertura de paritarias en el segundo semestre. Todo indica que se va recalentando la situación de reclamos obreros.

Por la unidad de los luchadores y la izquierda

Ante esta crisis política, Carrió y la Coalición Cívica tratan de capitalizar la bronca a Cristina. Macri también, pero más debilitado. Lo mismo la centroizquierda con Pino Solanas o el nuevo partido de los ex ARI, Solidaridad e Igualdad. Aunque sólo quieren aprovechar la oportunidad de la crisis kirchneristas, pero no tienen ninguna solución de fondo para los reclamos del campo, la inflación, la parálisis económica.

Está en discusión qué va a reemplazar al agotado modelo vigente. Izquierda Socialista impulsa otro, al servicio de los trabajadores y el pueblo. Que deje de pagar la deuda externa, termine con los subsidios y anule todas las privatizaciones, renacionalizando con control de los trabajadores el petróleo, gas, los recursos naturales, teléfonos y todo lo que se entregó a las multinacionales. Que le diga no al Tren Bala y sí a un ferrocarril para todos. Que ponga fuertes retenciones diferenciadas y coparticipables a los productores del campo, que haga la reforma agraria expropiando a la oligarquía. Que garantice alimentos baratos para el consumo interno y otorgue créditos a los pequeños productores, con una Junta Nacional de granos que controle las exportaciones. Que garantice un salario mínimo igual a la canasta familiar, plena ocupación y control de precios. Y presupuesto para salud, educación y vivienda.

Este modelo sólo va a llegar por la lucha unitaria de trabajadores y pequeños productores del campo, con la izquierda. En ese camino, tenemos que ir conformando una herramienta política de los luchadores y la izquierda. Para esto llamamos a sumarse a la construcción de Izquierda Socialista.


¿Se acuerda?

Cristina en campaña con Urquía-AGD

Cristina en campaña con Urquía-AGD

En la foto, se ve a la entonces candidata a presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, en un acto en la ciudad cordobesa de Río Cuarto, haciendo campaña con el dueño de la Aceitera General Deheza, Roberto Daniel Urquía, entonces candidato a senador nacional por Córdoba por el Frente para la Victoria.

Los diarios de la zona relatan así el evento: “Primero hizo uso de la palabra el Senador Urquía. Mientras él hablaba hizo la entrada al salón un ruidoso grupo de militantes de Córdoba al grito de “borom bom bom, boron bom bom, Juan Schiaretti, gobernador”.

Finalmente, con la consigna “sabemos lo que falta, sabemos como hacerlo”, Urquía cerró su discurso. En ese momento, comenzó a hablar Cristina...”

Desde Izquierda Socialista, dijimos en su momento que la actual presidenta era la candidata de los empresarios y que no había que votarla. Urquía y la Aceitera General Deheza, tienen una línea férrea, puerto propio y hacen fortuna con los subsidios millonarios recibidos por el gobierno. Pruebas al canto.


Te pedimos un aporte para seguir apoyando las luchas de los trabajadores.

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