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PANORAMA POLÍTICO

Primer traspié del gobierno

Sigue el conflicto en el campo y se recalentó la rebelión de los pequeños productores. El gobierno llama al diálogo, pero no combate a la oligarquía y trata de engañar a los pequeños productores y al pueblo. ¿La derecha golpista usa el paro para voltear a Cristina? ¿O hay una rebelión de los pequeños productores y los pueblos del interior para frenar otro ataque del gobierno? Lo que empezó como una pelea interburguesa se les fue de las manos. Se abrió una crisis política que golpea al gobierno de Cristina a 100 días de asumir. Detrás de la “crisis del campo” se coló el descontento popular que abre una nueva situación política en el país. Hay que apoyar a los pequeños productores, dar pelea por salarios dignos y no ir al acto del peronismo, Moyano y D´Elía. El segundo mandato kirchnerista ya es turbulento. Las brasas del Argentinazo no se apagaron.

La crisis económica mundial llevó a que Cristina aumentara las retenciones a la soja. Quiere la plata para seguir recaudando y “redistribuyendo” a banqueros y multinacionales ante futuras “corridas financieras”, o en subsidios a privatizadas, grandes empresarios y pagos de la deuda externa, no para los de abajo de la ciudad ni del campo. Al hacer retenciones igualando a la oligarquía con el pequeño productor, reclamaron todos los sectores por igual. La oligarquía para rapiñar más ganancias. Los pequeños para no desaparecer.

Los oligarcas y burgueses del campo nucleados en la Sociedad Rural, Coninagro y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), creyeron que “mugían” e inmediatamente iban a recibir la tajada que siempre les da el gobierno. Pero a partir de Semana Santa hubo un cambio: día a día, en todo el país, los pequeños productores desbordaron a la dirigencia. Y lograron el apoyo de poblaciones enteras, protagonizando pequeñas puebladas que cambiaron radicalmente el carácter del conflicto, con maestras, alumnos y comerciantes que salen a las rutas porque entienden que ésta vez los pequeños pueden terminar de desaparecer. No es real que hay un fuerte enfrentamiento con el campo porque Cristina es “antioligarca”. Este gobierno viene apañando a los cogotudos de la Rural y Coninagro, beneficiados con el dólar alto, exportaciones récord, exenciones impositivas y subsidios, mientras la devaluación y la inflación la pagamos los de abajo.

Las retenciones a las exportaciones las pagará el pequeño productor, aunque no exporta, mientras los de arriba no sólo recuperarán gran parte de las mismas vía rebusques y beneficios gubernamentales, sino que podrán concentrar más campos y productos, ante la crisis de los pequeños que deberán vender.

La solución del conflicto sería muy fácil. Hasta el propio Maradona dijo cuál es: “sacarles el 70% a los que realmente se llevan la plata, no a los chacareros”. Los que confían en el gobierno deberían preguntarse por qué no hace eso y da vueltas con “compensaciones, fletes” y otros versos. Tienen que pagar más los que más tienen, con retenciones diferenciadas. Y el Estado debe tener el control del comercio exterior, no la oligarquía que Cristina no toca.

¿Los cortes de ruta son golpistas?

La Sociedad Rural y toda la oligarquía apoyaron el golpe del 76. Pero decir, como lo hace el gobierno y su patotero D´Elía, que la actual rebelión sostenida fundamentalmente por los pequeños productores “es de derecha”, “reaccionaria” y amenaza con un golpe, es una burda maniobra política. El Partido Comunista editorializó “la derecha mostró la cara”, para justificar su apoyo al kirchnerismo. Muchos creen eso porque ven en el paro del campo a los Miguens de la Rural, los “sojeros” como Grobocopatel, las Amalita Fortabat, la vieja oligarquía o los pool de siembra. O porque vieron en el cacerolazo de Plaza de Mayo, junto con sectores que apoyaban a los pequeños productores y sus propios reclamos, a algunos cogotudos de derecha. Pero nada de eso puede ocurrir hoy y Cristina lo sabe. No hay ninguna condición política, económica, militar ni social para un golpe. Somos miles y miles los que una vez más nos manifestamos este 24 de marzo contra el golpe después de 32 años.

Los golpistas de ayer, como La Nación, la cúpula de la Iglesia Católica, UIA, y el mismo Miguens de la Rural, están desesperados por lograr convencer a los pequeños productores que levanten los cortes y “dialoguen”. La campaña política del kirchnernismo y todos los que lo apoyan tiene el doble objetivo de evitar el apoyo popular a los cortes y de cerrar filas con el gobierno.

Desborde y crisis política

Todas las organizaciones agrarias querían arreglar desde hace días, pero sus dirigentes fueron “superados por sus bases”. En algunas asambleas se habló de “pedirles las cabezas” si no respetaban sus mandatos. Los jerarcas fueron a dialogar porque “percibieron otro tono” en el discurso de Cristina. Pero los chacareros escucharon otra cosa. Por eso siguieron los cortes.

“El 40% de nosotros votó por la señora, que perdió en las grandes ciudades. Hoy estamos tristes y decepcionados”, dijo un pequeño productor cordobés. Se generó una crisis dentro del kirchnerismo. Schiaretti, el gobernador de Córdoba, dijo que tiene que soportar que su “base electoral” le lleve los tractores frente a la Casa de Gobierno. Lo mismo Scioli, Binner, Reutemann y otros gobernadores e intendentes del PJ, quienes intercedieron para no ser víctimas directas de las puebladas. Hay repudio al aparato del PJ y la burocracia sindical, a las patotas de Moyano y D´Elía. Duhalde llegó a pedir la renuncia de Lousteau para descomprimir. Macri trató de tranquilizar a Cristina diciendo que “siempre los problemas tuvieron soluciones”. Carrió pidió “paz” y abandonar los cortes. Todos quieren poner paños fríos, pero no abren la boca para pedir que les otorguen las retenciones diferenciadas a los pequeños productores.

Por los cortes se cancelaron viajes de larga distancia, hubo amenazas de saqueos y refriegas. “Situación impredecible”, señalaron muchos columnistas. El gobierno ya venía de un golpe el 24 de marzo, con marchas contra el genocidio, donde se cuestionó el nuevo Punto Final que prepara el kirchnerismo. En Santa Teresita se quemó la comisaría por complicidad policial con el asesinato de una adolescente. Y si bien las paritarias, con el pacto de la CGT y CTA, darían la impresión de encaminarse tras el 20%, es posible que vuelvan los paros y luchas salariales, ya que la inflación se sigue comiendo los bolsillos populares. En Neuquén y 6 provincias más este 4 de abril hay paro por justicia para Fuentealba. Los trabajadores de TBA pararon 15 minutos y evitaron que la seguridad privada de la empresa detuviera un ferroviario. El próximo 17 van a sacar un tren “en defensa del ferrocarril”, contra el colapso ferroviario. Estos ejemplos son muestras de que está latente la respuesta popular ante el modelo kirchnerista.

Detrás de la denominada “crisis del campo” se coló el malhumor social por los bajos salarios, el aumento de los artículos de primera necesidad, el desabastecimiento, el autoritarismo en la manipulación del INDEC, las patoteadas a cambio de favores de Moyano y D´Elía, los beneficios a las privatizadas, a los grandes exportadores, a los acreedores externos y la impunidad y el doble discurso oficial.

Con el Pacto Social y las patotas no les alcanza

Cristina ideó un 2008 “calmo”. Creyó que podría montar un Pacto Social que “congelara” las luchas por dos años. Pero tuvo que bajar sus expectativas y buscó acuerdos con Moyano, la burocracia de la CGT y CTA, poniendo un “techo” al reclamo salarial en paritarias. Tuvo que intentar recomponer el PJ y a apoyarse en las patotas de Moyano y D´Elía. Creía que eso bastaba para preventivamente controlar el panorama, garantizar su gobernabilidad, y seguir disponiendo las mieles del crecimiento sólo para unos pocos. Pero todo esto no le está alcanzando.

Este martes se realiza un acto en Plaza de Mayo convocado por el peronismo, Moyano, el Frente para la Victoria, piqueteros K, el gobierno e intendentes del Conurbano. La burocracia, que hace años no mueve un dedo por apoyar las luchas, ahora se juega por el gobierno. CTERA no llama al paro por Fuentealba, pero sí se moviliza por Cristina. Aunque quieran engañarnos con la falsa antinomia de “golpe o defensa de la democracia y el gobierno”, será la marcha del peronismo, la burocracia y el kirchnerismo, contra los pequeños productores y los pueblos del interior. Para defender un gobierno al servicio de las multinacionales, grandes empresarios y el imperialismo. Lamentablemente Hebe de Bonafini y Estela Carloto le siguen lavando la cara al gobierno al sostener que la pelea es “por la defensa de gobierno contra un golpe gorila”, cuando el conflicto pasa por otro lado.

Lo que se viene

Hay en curso una dura pelea. El gobierno está usando la protesta del campo para seguir con la inflación, el desabastecimiento y los bajos salarios, males que estaban de antes. Los trabajadores y demás sectores populares, junto a la izquierda, deben apoyar a los pequeños productores y chacareros del campo contra Cristina y la oligarquía. Si el gobierno gana esta pulseada se fortalecerá para seguir fijando techos salariales, manipular el INDEC de Moreno, mandar patotas contra los que luchan, enriquecer a los de arriba. Pero si ganan los pequeños productores del campo y los pueblos del interior, los trabajadores estaremos más fuertes para salir a luchar por el salario, en defensa de nuestras conquistas y por cambiar el modelo de los Kirchner.

Por supuesto que las organizaciones de la oligarquía y los grandes empresarios del campo nunca han sido ni serán los defensores de los intereses populares, ni de la ciudad ni del campo, sino todo lo contrario. Por eso es tan importante levantar un claro programa que parta de apoyar a los pequeños productores con retenciones diferenciadas. Y la Nacionalización del Comercio Exterior y una Reforma Agraria que frene la extranjerización de la tierra y se la brinde a los que la quieran trabajar.

A su vez hay que seguir luchando para romper el techo del 20% y bregar por salarios igual a la canasta familiar. Defender a los dirigentes sindicales combativos como el “Pollo” Sobrero y demás ferroviarios, contra el despido del delegado Segovia en el Subte y contra la represión y judicialización de la protesta social.

Las brasas del Argentinazo no se han apagado. La política de Cristina las reaviva. Nuevas luchas y conflictos se avizoran en la situación política. Los trabajadores debemos aprovechar las grietas de los de arriba. Llamamos a la unidad obrera y popular para darle a la crisis una salida a favor de los trabajadores y el pueblo.


Te pedimos un aporte para seguir apoyando las luchas de los trabajadores.

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