El Socialista

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Nos visitó María Jesús Sanhueza

Una voz de la “revolución de los pingüinos”

En estos días estuvo con nosotros María Jesús Sanhueza, 18 años, la dirigente estudiantil más conocida de Chile. Visitó Argentina invitada por Izquierda Socialista y la UIT-CI. Dio una charla en la Facultad de Sociales ante una colmada sala de estudiantes y militantes de Izquierda Socialista y la UST; visitó trabajadores ferroviarios de los talleres de Haedo invitada por Rubén Sobrero; y mantuvo un encuentro con docentes en General Sarmiento, entre otras actividades. Nos contó la rica experiencia del movimiento de los estudiantes chilenos. Estos son algunos de sus conceptos brindados a El Socialista.

Maria Jesus Sanhueza

María Jesús Sanhueza

¿Por qué se habla de revolución de los “pingüinos”?

En Chile somos 800 mil secundarios. La movilización incluyó a los universitarios, a profesores y a los padres. Llegó a haber en el 2006, durante un mes, un millón de personas movilizadas. Se tomaron los colegios secundarios, los padres tomaron los colegios de básica y hasta los jardines. Era un estado de revolución. Por ejemplo, en mi colegio juntábamos 1000 dólares por día en la calle para sostener la toma. El 76% de la población apoyaba las demandas estudiantiles.

¿Hubo represión?

Toda movilización, huelga, toma, o marcha callejera, es ilegal en Chile. De inmediato viene la represión. Al día, por movilización, teníamos 2.500 detenidos promedio. Son las leyes de Pinochet. Y Bachelet hizo una ley por la cual pueden procesarnos y encarcelarnos desde los 14 años.

¿Cómo se organizó el movimiento?

Los independientes de izquierda eramos la mayoria de la Asamblea, frente a los partidos políticos de la Concertación y el PC. Transformamos la forma de organización. Primero las asambleas debían ser abiertas y podía entrar cualquier estudiante. Segundo, no se elegía presidente, se elegían voceros que podían ser revocados en cualquier minuto por las bases. Tercero, la votación era directa en cada colegio en proporción a la cantidad de estudiantes y los voceros llevaban a la asamblea lo que las bases votaban.

¿El gobierno cedió algo?

Se vio obligado a negociar con la asamblea estudiantil, eliminó los aranceles para ingresar a la Universidad y dio dinero a los colegios.

Pero nuestra demanda central era la derogación de la LOCE. Lanzamos la consigna “de la sala de clases a la lucha de clases” y la Asamblea Nacional representando a un millón de estudiantes, se declara antineoliberal.

Llevábamos un mes y medio de toma. Bachelet salió proponiendo un “consejo asesor presidencial para la educación” para hacer un nuevo proyecto de ley, con mayoría de empresarios, la Iglesia y el gobierno. Ya estábamos en invierno. Teníamos estudiantes enfermos, faltaba comida en las tomas. Entonces decidimos bajarnos de las tomas y entrar al consejo asesor. Ahora creemos que fue un error, porque con la burguesía no se debe conciliar.

Tampoco podíamos seguir con las tomas si no apoyaban otros sectores sociales. La central de trabajadores (CUT) se negó a llamar a un paro general porque está en manos del Partido Socialista y del Partido Comunista.

¿Qué quedó de esa movilización?

En Chile hay tres bloques políticos. La derecha, la Concertación y la izquierda extraparlamentaria del PC y del Partido Humanista. Pero estos no son muy de izquierda, están por hacer un acuerdo electoral con los partidos de la Concertación.

Después de la movilización estudiantil, el movimiento social rompe con esa lógica de estos partidos. En el 2007 se produce una de las huelgas más importantes en democracia, la de los 50.000 mineros del cobre. En la primera movilización ellos declaran, que asumen la forma de organización estudiantil con voceros y asambleas de base. Eso permitió que ganaran sus demandas que eran económicas. Hoy día tenemos a los trabajadores de los salmones (Pesca) movilizados. Se organizan igual.

Los sectores de izquierda del movimiento secundario convocamos a un referente único estudiantil secundario y universitario. Y la convocatoria fue enteramente exitosa, llegaron la Universidad de Chile, universidades privadas, muchos secundarios, 250 dirigentes en la reunión de enero de 2008. Vuelve el tema de la transversalidad de la organización, como una perspectiva política de los estudiantes.

Tenemos también mesas políticas con trabajadores y pobladores, con la perspectiva de ir construyendo un proyecto político popular, de izquierda, revolucionario, que sobrepase a los viejos partidos políticos del sistema.

Sabemos que tarde o temprano nuestra clase se va a levantar. Hay una necesidad de los pobres de Chile de administrar su vida, de sentirse menos aplastados. La única explicación es que hay mucha desigualdad, que el capitalismo está cada día peor.

Vista de la charla en Sociales

Vista de la charla en Sociales

María Jesús junto a Adrian Primerano (izq., Pte. Ctro. Sociales-UBA) y Javier Varveri (dirigente de la juventud de Izquierda Socialista)

María Jesús junto a Adrian Primerano (izq., Pte. Ctro. Sociales-UBA) y Javier Varveri (dirigente de la juventud de Izquierda Socialista)

Sanhueza junto a Sobrero y otros dirigentes ferroviarios del Sarmiento

Sanhueza junto a Sobrero y otros dirigentes ferroviarios del Sarmiento


Una lucha ejemplar

* María Jesús Sanhueza en 2006, a los 16 años, fue la “vocera” más entrevistada de la Asamblea Nacional de Estudiantes Secundarios que encabezó la revolución de los pinguinos. Hubo semanas que aparecía en TV más que la presidenta Bachelet.

Estudiaba en el colegio estatal Carmela Carbajal de la comuna de La Florida (Santiago). Las autoridades la castigaron con la expulsión. Ahora está en el “Andares” de Providencia donde inicia su 5º año.

* Los “Pinguinos” reclaman derogación de la LOCE, la ley de educación que Pinochet decretó un día antes de dejar el poder, que es un “modelo” de neoliberalismo y establece que “los padres” son los responsables de la educación de los hijos (en vez del Estado) y las escuelas son administradas desde los municipios. Esta ley reforzó la privatización y el deterioro total de la escuela pública. Pedían además boleto estudiantil, eliminación del arancel de 60 dólares para dar examen de ingreso a la universidad y equipamiento de los colegios.

* El gobierno de Bachelet no sólo no tiene nada de “socialista”, sino que mantiene las leyes pinochetistas en la economía, en la educación y reprime a los estudiantes que, con enorme apoyo popular, piden su derogación.


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