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Editorial
¡MENTIRAS!
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Con los dichos de Cristina en la entrevista que tuvo con la CTA criticando los paros docentes del año pasado, ya sabemos lo que nos espera en 2008: una dura pelea salarial. El ministro Tomada volvió a hablar de “mesura” y “responsabilidad” de los dirigentes. Y el INDEK oficial, manipulado impunemente por el gobierno, vuelve a mentir diciendo que los salarios le vienen ganando a la inflación porque aumentaron... ¡22,7% en un año! ¡Caraduras! Todo para poner topes salariales en medio de las paritarias.
A quienes hay que creer no es al gobierno, las patronales y burócratas sindicales, sino a los índices alternativos difundidos por los trabajadores y técnicos del INDEC. Estos han desentrañado que, mientras la inflación oficial de 2007 fue del 8,5%, la real, ascendió al 23-26%. Y agregaron algo más: el rubro “alimentos y bebidas”, que es en lo que se va la mayor parte del salario de un trabajador, subió entre un 36 y 39,5%. Indices que son casi cuatro veces superiores a los del gobierno. Tomando cifras mentirosas es que los Kirchner-Moreno-Losteau y Fernández dicen que aumentaron mucho los salarios. Mienten.
Si hubo aumentos de sueldos en estos años, fue fruto de grandes luchas, como la de los docentes de Santa Cruz, Neuquén y varias provincias. Otro tanto ocurrió con los trabajadores privados. Si 1,5 millón de asalariados lograron adicionales a fines de 2007, fue porque las patronales tuvieron que aflojar para frenar el malhumor social antes de las fiestas, y no provocar sobresaltos en la asunción de Cristina.
Para las paritarias el gobierno quiere que el aumento ronde el 16 o 18% anual. Algunos gremios piden el 20. Pero la inflación es mucho mayor, ya que los artículos de primera necesidad volvieron a aumentar: verduras, carne, leche, boletos, tarifas, y un largo etcétera. ¿Cuánto hay que pedir realmente para vivir dignamente? Veamos.
Algunos gremios están reclamando un 30% (panaderos) o 34% (paritaria nacional docente). No es que esos sindicatos “estén sacando los pies del plato”. Ocurre que tienen que reclamar porcentajes superiores al de referencia gobierno-patronalesburocracia, porque los salarios de esos trabajadores son miserables. Incluso con los $1.040 de inicio para los docentes, o muchos que ni llegan a esa cifra, con un 30% no alcanza.
La realidad es que nadie (CGT o CTA) está haciendo valer en las paritarias el verdadero valor del costo de vida y la inflación, que implica que la canasta familiar ya está en más de 3.000.
Los dirigentes burocráticos no tienen como referencia la canasta familiar. Hablan que no van a aceptar “ni pisos ni techos”, para encubrir que para vivir dignamente a una familia tipo le hace falta como mínimo esa cifra. Por eso deberían reclamar que nadie gane menos de 3.000 pesos. Y que se tome para actualizarlos los índices alternativos de los trabajadores del INDEC, no los del gobierno.
Los dirigentes burocráticos no tienen como referencia la canasta familiar. Hablan que no van a aceptar “ni pisos ni techos”, para encubrir que para vivir dignamente a una familia tipo le hace falta como mínimo esa cifra. Por eso deberían reclamar que nadie gane menos de 3.000 pesos. Y que se tome para actualizarlos los índices alternativos de los trabajadores del INDEC, no los del gobierno.
Lamentablemente los dirigentes de la CGT y CTA siguen pactando. “El problema en la Argentina no son los salarios, sino la concentración de la economía y la desigualdad social”, le dijo Yasky (CTA) a la presidenta. La CGT volvió a dar señales de que no va a sacar los pies del plato, llama a discutir salario gremio por gremio y por empresa, a cambio de recibir millones para las Obras Sociales. Esto es el Pacto Social: buena letra para que al crecimiento se lo sigan llevando los de arriba.
Hay que reclamar asambleas e instancias democráticas para debatir cuánto pedir, y decidir medidas de acción. Y que no se cocine todo entre los Secretarios Generales, sino que decidan los trabajadores en la base. Que se voten mandatos en los Cuerpos de Delegados y exigir que se apele a todos los mecanismos de consulta. Los ferroviarios de TBA, además, eligen sus paritarios en asamblea y sus dirigentes no firman nada si no es ad referéndum de asamblea. También el Cuerpo de Delegados de Subte y las seccionales opositoras de SUTEBA consultan a la base, solo por nombrar algunos ejemplos.
¡Ningún trabajador debe ganar menos de 3.000, ajustables al costo de vida de acuerdo a los índices alternativos de los trabajadores del INDEC! No al Pacto social contra el salario.
Que la CGT-CTA rompan sus acuerdos con el gobierno y llamen a un plan de lucha nacional para lograrlo.
Murió un obrero en Botnia
Juan Molina se cayó de 20 metros de altura perdiendo la vida. La causa: inseguridad de una contratista de Botnia. La multinacional finlandesa mata no sólo por contaminar, sino por negrera y antiobrera. Hubo un paro en repudio. Y el sindicato de la Madera señaló que todas las promesas de la multinacional (y de Tabaré) de que iba a crear miles de puestos de trabajo con salarios dignos, son pura mentira.
Con su lucha, los asambleístas de Entre Ríos luchan por su vida, la nuestra y también en defensa de la de los obreros de esa empresa mafiosa. Por eso están dispuestos hasta desconocer el fallo de La Haya si es adverso. Cristina, comprometida con las multinacionales, les dijo que es “una locura”, cómplice así, de este estado de cosas.
Contra las multinacionales de la muerte y los gobiernos que las apoyan, sigamos apoyando a los que luchan por la vida.
Te pedimos un aporte para seguir apoyando las luchas de los trabajadores.
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