Córdoba: Clínica Junín

Un triunfo de la movilización

Se acaba de dar un gran paso en el camino de la expropiación de la Clínica Junín. Nuestra legisladora nos escribe sobre la valoración del mismo y el compromiso de que la lucha debe continuar.

Olivero levantando la remera de los trabajadores de la Clínica en la sesión donde se aprobó el proyecto

El mes de Diciembre de 2001 sigue siendo un punto de referencia obligado para entender muchos de los actuales procesos de lucha. Aquel año estuvo signado por la fuga de capitales que alcanzó cifras siderales. Al mismo tiempo, el gobierno de De la Rúa se empecinaba en mantener los pagos al FMI y la Banca Internacional, mientras sometía a los trabajadores a un terrible ajuste.

En ese “sálvese quien pueda”, muchos empresarios optaron por el vaciamiento y cierre de sus empresas, abandonando a los trabajadores a su suerte. Este fue el caso de la clínica Junín.

Luego de meses de trabajar sin cobrar, a comienzos de 2002 los trabajadores decidieron tomar la clínica, urgidos por la necesidad de mantener su fuente de trabajo. Esto significó mantener el establecimiento abierto, con médicos, enfermeras y atención primaria de la salud, con 100 trabajadores en total y 50.000 pacientes. Al mismo tiempo, se iniciaron reclamos en la justicia Laboral, Civil y Penal. Durante mucho tiempo se mantuvo la subsistencia de los compañeros mediante el sostenimiento de un fondo de huelga. Se iniciaron trámites diversos con el gobierno buscando una solución, mientras se coordinaba con otras organizaciones en lucha, y se vivía dentro de la clínica para evitar cualquier intento de desalojo compulsivo.

Nuestra posición ha sido desde el principio que, en estos casos, lo que corresponde es la expropiación sin indemnización de la empresa, para ponerla bajo control de sus trabajadores. No obstante ello, en todo momento fuimos respetuosos de las decisiones tomadas por los trabajadores en asamblea, que en el caso de los compañeros de la clínica, optaron por la conformación de una cooperativa de trabajo, mientras se buscaba la expropiación del edificio por parte del gobierno provincial para ponerlo en manos de la cooperativa, a fin de seguir brindando un servicio de salud a la comunidad.

Por todo esto, en el año 2002 presentamos un proyecto de ley consensuado con los trabajadores para avanzar en la solución del problema. Este proyecto, que contó con la adhesión de legisladores de todos los bloques, no solo de la oposición sino también algunos del oficialismo, fue sistemáticamente cajoneado, mientras los años pasaban y la zozobra e incertidumbre de los trabajadores continuaban.

Pero estamos en un año electoral. El oficialismo necesita evitar cualquier conflicto social y también sumar adhesiones a cualquier precio. Por eso presenta y aprueba proyectos que se destacan por el apuro, la improvisación y el oportunismo electoral.

Desde comienzos de año los compañeros de la clínica estuvieron muy preocupados por la posibilidad cierta del desalojo. Y con ello, años de trabajo solidario y de una lucha emblemática tirados por la borda. Es así que después de intentar por todos los medios una salida definitiva, le arrancaron al gobierno el siguiente acuerdo: la sanción de una ley que declara “de utilidad pública” y sujeto a “ocupación temporal durante dos años” del edificio que siempre ocupó la clínica. En segundo lugar, otorga a los trabajadores de la cooperativa el derecho a expropiar el edificio al cabo de este período. Para que esto sea posible, modificaron la Ley de Expropiación provincial, que hasta ahora sólo otorgaba este derecho a la provincia, los municipios, los entes autárquicos y los concesionarios de servicios públicos, introduciendo un artículo que permite que los particulares que desarrollen actividades declaradas de interés público también puedan expropiar. En este caso, comprar la clínica.

Desde nuestra banca, Izquierda Socialista ha sido clara en su posición. Esta ley que se acaba de aprobar, otorga tiempo, aleja la posibilidad de desalojo inmediato, y es el resultado de la lucha de los compañeros. Pero como expresamos en la sesión legislativa, mantenemos en alto la bandera de lucha por la expropiación sin pago a los patrones vaciadores de la empresa.

Compartimos la alegría de los trabajadores por la dificultad inmediata que han superado, pero seguimos afirmando que el problema de fondo sólo se soluciona si la provincia expropia, y son los trabajadores los que toman el control de la clínica. Esta es la exigencia que hay que mantener, y por ello anticipamos un futuro de lucha cotidiana y solidaria con el resto de los trabajadores, para conseguir esta salida de fondo.

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