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Rubén
Escribe:
Rubén "Pollo" Sobrero
(Comisión de Reclamos ex Sarmiento y Paritario Electo)

¡Por nuevos dirigentes combativos!

Después de los incidentes protagonizados por las patotas sindicales el 17 de octubre, se abrió una pelea por la sucesión en la CGT. El debate entre ellos es si sigue Moyano o es reemplazado por uno de “los gordos”. Para la base, ninguno de esos sectores es salida. Es el viejo sindicalismo progobierno y propatronal. Hay que sacar a esos dirigentes de la CGT y de los sindicatos, dando paso a los nuevos dirigentes sindicales combativos que están surgiendo.

Ferroviarios del Mitre marchan por las vías en solidaridad con los detenidos de la línea ex-Sarmiento. Noviembre 2004

Ferroviarios del Mitre marchan por las vías en solidaridad con los detenidos de la línea ex-Sarmiento. Noviembre 2004

Trabajadores del Francés votando en asamblea. Octubre 2006

Trabajadores del Francés votando en asamblea. Octubre 2006

Moyano dijo “ni a los tiros me van a sacar de la CGT”. Así salía al cruce de las declaraciones de Luis Barrionuevo y otros “gordos” que intentan desplazarlo de esa central. Pero ambos sectores representan al viejo sindicalismo ya repudiado por miles de trabajadores.

Moyano viene de pactar con Kirchner el techo salarial del 19% a cambio de frenar las luchas y muchas prebendas gubernamentales. “Los gordos” fueron sostén de Menem y funcionales a De la Rúa. Ambos se negaron a movilizar en las heroicas jornadas del Argentinazo, mientras millones salíamos a las calles al costo de más de treinta muertos.

Hay que barrer a la burocracia

Los trabajadores no tenemos que tomar partida por ninguno de esos sectores. Todos son dirigentes vendidos. Todos son parte de la vieja burocracia sindical que ha engangrenado la vida sindical de los trabajadores.

Son los jefes de las listas únicas y el aniquilamiento de las decisiones de la base. Son los burócratas que mientras cambian los gobiernos, ellos siguen atornillados a sus sillones.

Son los que pagan a barrabravas para mostrar un “poder” de movilización que después usan para negociar privilegios con los gobiernos de turno. Como dicen muchos de mis compañeros mirando los incidentes por televisión: “Si pusieran algo de esa fuerza para luchar por el salario, terminar con la flexibilización o contra el trabajo en negro… ¡qué bien que estaríamos!”.

Son dirigentes millonarios que usan las arcas sindicales y las prebendas que les sacan a las patronales para beneficio personal. Los campos que acaban de comprar Moyano y Palacios a precios millonarios así lo indican. Ya Cavalieri mostró que veranea en carísimos cruceros. Son los dirigentesempresarios, como Pedraza, a quien le dieron parte del Belgrano Cargas a cambio de apoyar las privatizaciones.

Apoyar al nuevo sindicalismo combativo

Ante estas mafias sindicales está surgiendo un nuevo sindicalismo honesto y combativo. Es el que encarnan los compañeros que están al frente del cuerpo de delegados de Subterráneos, las seccionales opositoras en los SUTEBA, Zanon, la línea 93 de la UTA, la interna del Francés, los cuerpos de delegados ferroviarios de TBA, como tantos otros cuerpos de delegados, internas o dirigentes que se expresan en el MIC y principalmente en distintos gremios de la CGT y CTA.

Por eso es fundamental seguir apoyándolo. Es el sindicalismo al que la prensa denomina “los flacos”. Donde todo se decide en asamblea y los dirigentes hacen lo que la base decide. Como hicimos los ferroviarios que elegimos los representantes para las paritarias en asamblea y no firmamos nada sin consulta a la base.

Todo dirigente sindical debe ganar lo mismo que percibía en su puesto de trabajo, y debe volver a trabajar, para evitar que se atornille a los sillones.

Hay que bregar por un sindicalismo donde estén representadas las minorías. Y fundamentalmente que sea independiente de los gobiernos de turno, el Estado y los patrones.

Por eso proponemos que la sucesión en la CGT no la decidan Moyano, Barrionuevo, Gerardo Martínez, Zanola, Cavalieri o Pedraza. Todos se tienen que ir. Y un congreso de bases de la CGT, con delegados elegidos en cada lugar de trabajo, debería elegir democráticamente la nueva conducción.

Los que tienen que estar al frente de la CGT, sindicatos y gremios, son los nuevos dirigentes que se juegan en las luchas, que no transan y consultan a la base.

Las tareas son siempre las mismas: apoyar las luchas en curso y coordinarlas. Romper el pacto sellado entre la CGT con Kirchner e imponer un plan de lucha. Y fundamentalmente apoyar a los nuevos dirigentes.

La tarea es difícil pero no imposible. En la Argentina hemos dado pasos muy importantes conquistando conducciones combativas en distintos lugares, siendo parte de un proceso latinoamericano.

En Venezuela ha surgido una nueva central sindical antiburocrática y autónoma del gobierno, la UNT.

Sigamos dando pasos en ese sentido. Por brindarle a la clase obrera una nueva conducción sindical y política que combata a las mafias, a los gobiernos de turno y sus modelos de pobreza, y luche en serio por salario y todas las reivindicaciones más sentidas del conjunto de los trabajadores.


Te pedimos un aporte para seguir apoyando las luchas de los trabajadores.

IS

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