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Una sociedad de beneficio mutuo

Después del escándalo de San Vicente no hubo por parte del gobierno una condena contundente a Moyano. Es que Kirchner necesita a Moyano para contener las luchas del movimiento obrero.

Pero Moyano también es necesario para Kirchner cuando llega la hora de movilizar al “aparato” del sindicato de camioneros; así lo vimos en el acto del 25 en Plaza de Mayo y, escándalo mediante, en San Vicente. También le garantiza al gobierno una “fuerza de choque”, cosa nada despreciable de utilizar, como ya se vio en los hechos del Hospital Francés.

Claro que nada es gratis. Moyano sabe cobrar muy bien sus servicios. Ya denunciamos en el número anterior de El Socialista el adelanto entregado al sindicato de camioneros de 17 millones de pesos para “exámenes psicofísicos”, el otorgamiento de parte de la concesión del Belgrano Cargas y los 350 millones para “tratamientos de alta complejidad” manejados por el abogado del sindicato, Juan Rinaldi.

Moyano colocó más de un funcionario en puestos clave del gobierno nacional: Ricardo Cirielli (de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico), como subsecretario de Política Aerocomercial; Ricardo Luján (del sindicato del dragado) subsecretario de Puertos y Vías Navegables, y Antonio Luna (La Fraternidad), subsecretario de Transporte Ferroviario.

La lista de negociados sería infinita: Juan Rinaldi, el abogado del sindicato, participa del organismo de control, la Superintendencia de Servicios de Salud. Así es como nadie pregunta qué pasó con los 330 millones de pesos que las obras sociales no rindieron entre 1999 y 2005. Por otra “caja”, Moyano recibe un porcentaje del impuesto al gasoil, con la excusa de que el sindicato de camioneros haga capacitación y le devuelva el aporte patronal a los empresarios: son 15 millones por el fondo de capacitación y 70 para la supuesta “devolución” de aportes patronales.

Pero Moyano es “generoso”: uno de los hijos del ministro De Vido es el arquitecto de la constructora del súper hotel del sindicato de camioneros inaugurado en Mar del Plata a fines de agosto, con la presencia de Kirchner. Quizás la mejor síntesis del entramado de relaciones entre Kirchner y el moyanismo la dio Omar Maturano, ex “gordo”, al pasarse al moyanismo: “De Vido me hizo ver las cosas”. Se trataba de la participación de La Fraternidad en la concesión del Belgrano Cargas.

José Castillo


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