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Panorama Político
El caso Jorge López complica a Kirchner
La no aparición de Jorge López es una cuestión grave. En primer lugar para el movimiento de masas que hace décadas lucha por encarcelar a los genocidas. Todo indicaría que es una acción perpetrada por grupos fachos ante el histórico fallo de condena al ex policía Miguel Etchecolatz. Por primera vez un tribunal utilizó la figura de genocidio. Intentan meter miedo. El gobierno de Kirchner y de Solá se complica políticamente al desnudarse su doble discurso sobre los derechos humanos y que ni siquiera protegió a López como testigo clave. Hebe Bonafini cruzó la raya en su claudicación al gobierno. Solo la movilización popular puede terminar de aplastar a los genocidas.
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No hay dudas de que la actual desaparición de Jorge López está directamente relacionada con el fallo de prisión perpetua al genocida Etchecolatz: fue el testigo clave para condenarlo. No se trató de una condena más, ni de un personaje secundario del aparato represivo de la dictadura militar de Videla. Esto explica el porqué de la respuesta de los asesinos que andan sueltos y la gravedad de la no aparición de López.
Mano derecha de Ramón Camps
Miguel Etchecolatz fue ascendido a comisario mayor en los primeros días de mayo de 1976. Y desde entonces pasó a ser la mano derecha del General Ramón Camps, a cargo de la jefatura de la Policía Bonaerense, hasta marzo de 1977, en el peor período de la represión de la dictadura militar. Etchecolatz tuvo a su cargo 20 centros clandestinos de detención en la Provincia de Buenos Aires. Camps lo premió luego con el cargo de comisario general, la máxima jerarquía de la bonaerense, de la cual se retiró en 1999.
Nunca escondió que había torturado y matado. La jueza Ana María Bulacio destacó su “fanatismo” al ser convocado “por la patria”. En 1997 debatió en público con el ex secuestrado Alfredo Bravo, quien lo denunció por haberlo torturado. Etchecolatz le respondió: “El tratamiento que nosotros le hicimos podía haberle curado de los callos y del pie plano” (Datos de Clarín, 20-9-06).
La condena a perpetuidad de este asesino es un triunfo de la lucha del movimiento de masas. Pero se golpeó a uno de los grandes símbolos de los genocidas y de los fachos del país. No era un personaje más de la represión, sino uno de sus emblemas. Esto explica por qué tuvieron que salir de sus cuevas a dar una respuesta.
Un fallo histórico, que produjo un cambio contra los genocidas
El fallo de 19 de setiembre, justo el día antes desaparece Jorge López, es histórico porque incorpora la figura jurídica de genocidio para condenar a prisión perpetua a Etchecolatz. Es el primero después de que se diera la anulación de las leyes de impunidad de Punto Final y Obediencia Debida.
Es la primera vez que un tribunal establece que esos crímenes se dieron “en el marco del genocidio cometido en la Argentina entre los años 1976 y 1983”. Este fallo sienta jurisprudencia para aplicar nuevas condenas en muchos de los juicios que están pendientes.
Esto es un cambio cualitativo que también da otra clara razón para que los genocidas agazapados tuvieran que dar una respuesta. No pudieron soportar semejante golpe legal y político.
Quieren meter miedo hacia los jueces y los testigos de otros casos. Por eso hay una seguidilla de amenazas en todo el país. Entre ellos ya recibió amenazas el fiscal tucumano Ferrer, que entiende en la causas contra Luciano Benjamín Menéndez y Antonio Bussi.
Una reacción defensiva ante los triunfos democráticos
¿Estamos ante un fortalecimiento de los fachos? ¿Peligra la democracia, como dice el gobierno para buscar su rédito político? Creemos que no. Sin duda estamos ante hechos graves, que hay que parar con la movilización. Pero en realidad los que están golpeados y a la defensiva son los genocidas.
El caso López muestra que hay un rebrote del accionar de la “mano de obra desocupada” ante los duros golpes que viene recibiendo. La sentencia a Etchecolatz es un golpe cualitativo. Ya antes un juez había fallado en un caso contra Videla y Martínez de Hoz.
En los últimos tiempos se vienen logrando importantes triunfos democráticos, como la anulación de las leyes de la impunidad. Que no son del gobierno, sino de las masas. Son triunfos del período que ha abierto el Argentinazo. La presión del movimiento de masas es la que viene actuando. No fue casual que a treinta años del golpe hubiera una movilización multitudinaria de unas 150 mil personas que marcharon a Plaza de Mayo. En el país existe una polarización social (con luchas salariales, por trabajo, por la inseguridad). En ese marco se mantiene la lucha contra el genocidio, que sigue siendo un motor del proceso revolucionario.
El caso López afecta políticamente al gobierno
El caso López afecta al gobierno en distintos planos. Muestra el fracaso de su política hacia los militares, el genocidio y los derechos humanos. El gobierno viene haciendo eje en ella para intentar mostrar un perfil “progresista”.
Pero el caso López muestra que sigue la impunidad y que el grueso de los genocidas siguen sueltos y muchos de ellos son parte del actual aparato represivo y de las Fuerzas Armadas. Muestra que la política de bajar el cuadro de Videla o hacer un discurso en Campo de Mayo, con las Madres al lado, no cambia el problema de fondo.
En realidad, el gobierno, bajo el discurso “duro” respecto a la dictadura, esconde que quiere recuperar y tener “nuevas” Fuerzas Armadas y de Seguridad para intentar recuperarlas para la represión a las luchas actuales y futuras.
Por eso recién ahora el gobernador Solá decide jubilar a 36 policías por la “presunción de haber estado vinculados a sus con los centros clandestinos de detención” (Clarín, 29-9). Seis de ellos habrían prestado servicios en la comisaría 5º de La Plata, en los años 70, lugar donde fue detenido y torturado Jorge López.
Tampoco tomaron ninguna medida para proteger a López. El ministro Arslanian, insólitamente, se justifica diciendo que la protección “debe ser solicitada por la justicia federal”. Solá ya esta más que preocupado y dio orden de “congelar” la campaña por su intento de reelección.
El gobierno de Kirchner, que no preveía un hecho de este tipo, se verá cada vez más complicado si no aparece López. Busca de todas las formas posible evitar que la movilización crezca. Y hasta busca manchar al propio López usando a Hebe Bonafini, que salió a poner en duda si su desaparición no es una maniobra para “ir contra el gobierno”. La CGT, adicta al gobierno, después de 15 días de la desaparición ni sacó un comunicado.
La CTA, aunque se han pronunciado y convocó a marchar, junto a Abuelas y Pérez Esquivel insisten en no incluir consignas críticas al gobierno.
Blumberg, el macrismo y la UCR son parte de la impunidad
Alfonsín y la UCR salieron a pedir la vigencia de los “derechos humanos” y expresar “preocupación” por el caso López. Cuando son responsables de las leyes de la impunidad y cómplices junto al PJ y la Alianza en haber mantenido, por ejemplo, a Etchecolatz como parte de la bonaerense hasta 1999.
Blumberg salió a reclamar “seguridad y justicia para los pobres” y “por la aparición de Jorge López”, desde Villa Fiorito, que pisaba por primera vez en su vida, acompañado nada menos que por Raúl Castells, Patricia Bullrich, Nito Artaza y el macrista Diego Guelar. Cuando Blumberg, apoyado por el macrismo y otros sectores de derecha, viene pidiendo fortalecer la “mano dura” e hizo proteger su acto de Plaza de Mayo por el movimiento policial los “Sin Gorra”.
Ampliar la movilización unitaria y nacional
La desaparición de Jorge López es un hecho de suma gravedad para los trabajadores y el pueblo. Es un intento de levantar cabeza de los fachos y de meter miedo para intentar frenar nuevas sentencias como la de Etchecolatz. Solo se los aplasta con la movilización.
Desde la semana pasada se han ido sumando marchas y movilizaciones en La Plata, que es el epicentro, y en casi todas las ciudades del país. En Plaza de Mayo hubo 20 mil personas, convocada por Memoria, Verdad y Justicia que une a diversos organismos de derechos humanos, centros estudiantiles, organizaciones de desocupados y partidos políticos. Hay que continuar, ampliar y extender a todo el país la movilización unitaria por la aparición con vida de López, castigo a los culpables y por el desmantelamiento del aparato represivo, con la marcha del viernes a Plaza de Mayo y preparando, en especial, una gran movilización para el 18.
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