50.000 millones de dólares del FMI. Más ajuste para pagar la deuda

(Tiempo estimado: 3 - 6 minutos)

50 mil millones fmiEscribe José Castillo

El gobierno de Macri anunció que el préstamo del Fondo Monetario Internacional será por 50.000 millones de dólares. La llegada de ese dinero, que se usará para pagar vencimientos de deuda externa, estará supeditada a un durísimo ajuste contra los trabajadores y el pueblo.

Finalmente se develó la cifra: el FMI le otorgó un préstamo “stand by” a la Argentina por 50.000 millones de dólares. Pero aclaremos, sólo llegarán 15.000 en las próximas semanas. El resto dependerá de las inspecciones que realizará trimestralmente el Fondo, verificando que la Argentina esté cumpliendo con el plan de ajuste que nos quiere imponer.


El acuerdo es para aplicar un megaajuste que se sumará al que ya se viene realizando. Recordemos que, en medio de la corrida cambiaria, el ministro Dujovne había anunciado un recorte que llevaba la meta del déficit fiscal 2018 de 3,2% a 2,7% del PBI. Ese es el ajuste 2018, que se suma a los tarifazos y a la devaluación que hizo subir la inflación y liquida salarios y jubilaciones. Para 2019 el ajuste es mayúsculo: de una meta de 2,2% se pasa a 1,3%, con un recorte estimado en aproximadamente 200.000 millones de pesos. Luego el ajuste continúa en 2020 (se cambia la meta anterior de 1,2% de déficit a 0%) y 2021 (de 0% a un superávit de 0,5%). Las consecuencias son claras: aumentará la inflación, haciendo perder aun más poder adquisitivo a los trabajadores; tendremos recesión (con sus secuelas de mayor desocupación), habrá continuidad de los tarifazos y se hundirán la educación y la salud públicas. Todo en el marco de un ajuste feroz sobre las provincias.
Se plantea una muy fuerte reducción de la obra pública. Esto significa que se detendrán numerosas obras (alcantarillado, agua potable, asfalto, arreglo de rutas), lo que repercutirá sobre la industria de la construcción, donde miles de trabajadores perderán sus empleos. Además, Macri y el FMI tienen planteado un achique de todas las estructuras del sector público, con salarios a la baja y despidos en todos los ministerios y organismos del Estado.
Los docentes se verán particularmente afectados. Se eliminará el Fonid (Fondo Nacional de Incentivo Docente, que es la parte que el gobierno nacional le envía a las provincias para complementar el salario). A partir del año próximo las provincias, que a su vez se verán ajustadas porque recibirán menos transferencias y obra pública del Estado nacional, tendrán que pagar el 100% del salario docente, por lo que se plantea un escenario de maestros y profesores cobrando sueldos más miserables que los actuales. Además, el acuerdo con el FMI establece que el gobierno debe reducir las partidas jubilatorias. Ya se planteó que se empezará con la eliminación de los llamados “regímenes especiales”, entre ellos el docente.
Todo este ajuste estará al servicio exclusivo de seguir pagando la deuda externa. La que ya existe y la nueva que se crea, que deberá ser devuelta entre los años 2021 y 2022. No es cierto que con este préstamo del FMI “se despeja el horizonte” y el gobierno tiene asegurado su financiamiento con tranquilidad. Al contrario, la deuda externa seguirá creciendo astronómicamente, superando rápidamente los 400.000 millones de dólares y tornándose absolutamente impagable. A los 50.000 millones de dólares del FMI hay que sumarle que el gobierno cargará con el costo de la mayoría de la hipoteca de las Lebac, financiándolo con más deuda externa (se calculan unos 25.000 millones de dólares). Si el horizonte actual de vencimientos de deuda ya era preocupante antes de este préstamo (entre 20.000 y 25.000 millones de dólares anuales para los próximos períodos) ahora se tornará directamente impagable.
Otra vez se nos quiere hacer pagar este descalabro, cuyo único objetivo es “darle tranquilidad” a los mercados financieros (léase los pulpos especuladores) con más miseria y entrega de nuestras riquezas. Por eso hay que repudiar este acuerdo con el FMI. La única salida viable para la economía argentina es dejar de pagar esta deuda fraudulenta y usuraria y volcar todos esos recursos para financiar las más urgentes necesidades populares de trabajo, salario, vivienda, salud y educación.

 

Argentina: El mayor deudor del mundo

A partir del nuevo endeudamiento de 50.000 millones de dólares, la Argentina pasó a ser el país que más dinero le debe al FMI. Segundo, lejos, quedó Grecia con 12.800 millones, seguido por Ucrania con 11.500, Pakistán con 6.195 y Egipto, con 6.100. Todo un récord. Préstamo que hay que pagar, a más tardar, en 2021.

Pacto Macri-FMI: Los gobernadores peronistas apoyan

Los diputados y senadores de las distintas bancadas del peronismo gastan saliva explicando lo “malo que es el acuerdo con el Fondo” después de que en estos años le garantizaron con sus votos las principales leyes que necesitó el macrismo para llevar adelante el ajuste, empezando por el pago a los fondos buitres. Lo mismo hacen los burócratas sindicales peronistas de la CGT, que estuvieron meses garantizándole la tregua al gobierno y recién ahora lanzan un paro general para el 25 de junio ante la presión de las bases.
Pero en la política de verdad, varios de los gobernadores peronistas ya anticiparon al gobierno de Macri que apoyarán el acuerdo. Esto dijeron explícitamente los gobernadores de Córdoba, Schiaretti; de Salta, Urtubey; de San Juan, Sergio Uñac; de Chaco, Domingo Peppo, de Entre Ríos, Gustavo Bordet. Todos se comprometieron a que, a través de sus legisladores, darán “las herramientas” a Macri para que pueda llevar adelante el ajuste. En concreto: le votarán el presupuesto 2019.
Esto no debe sorprendernos. En estos dos años el ajuste del gobierno nacional fue acompañado por todos los gobernadores, del signo político que fueren. Uno de los más fuertes se realizó en la provincia de Santa Cruz, cuya gobernadora Alicia Kirchner se mantiene “muda”, sin pronunciarse, sobre el acuerdo con el FMI. J.C.

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