Educación sexual laica, científica y con perspectiva de género

(Tiempo estimado: 2 - 4 minutos)

educacion sexualEscribe Mercedes Trimarchi Dirigente de Isadora y diputada provincial electa Izquierda Socialista/FIT

El pasado 4 de septiembre se firmó con dictamen de mayoría en el Congreso un proyecto para reformar la ley 26.150 de educación sexual integral. Sectores ligados a la Iglesia Católica y a las evangélicas, preparan movilizaciones contra las reformas y ya lanzaron una campaña por redes sociales contra lo que ellos denominan “ideología de género”. La necesidad de reformar la ley se evidenció luego del debate por el derecho al aborto que movilizó a millones de personas, especialmente a jóvenes secundarias que denunciaron la falta de ESI en las escuelas.

Aunque fue sancionada en 2006, hace ya doce años, la ley no se aplica. Como dice el refrán, hecha la ley hecha la trampa. De acuerdo con el texto vigente, las provincias no están obligadas a adherir a la ley, a su vez, tampoco se realizan las capacitaciones necesarias al personal docente y además las instituciones deciden qué contenidos dar de acuerdo con sus creencias. Ejemplo de ello, son las escuelas confesionales católicas y evangélicas que no aplican la ley y, si lo hacen, es con materiales sin ningún tipo de validez científica.


Pero no es solamente un problema de redacción de la norma sino que tiene que ver con la voluntad política de los gobiernos que permiten que estas instituciones incumplan la ley, dejando a millones de estudiantes sin el derecho a recibir un conocimiento fundamental para su desarrollo. Las cifras en nuestro país son escalofriantes. Según un informe de la Unicef, cada año en Argentina hay tres mil niñas menores de 15 años que se convierten en madres, y en el 83,4% de los casos fueron embarazos no planificados. Por ejemplo, la Argentina es el país de la región con mayor cantidad de nuevos casos de VIH por año y 9 de cada diez personas que contrajeron esta enfermedad no utilizaron preservativo.
Pero no se trata solamente de evitar enfermedades, desde el movimiento feminista venimos planteando que la enseñanza de la educación sexual no debe estar restringida solamente a brindar información acerca de los cuidados del cuerpo para evitar contagios vinculados con la transmisión sexual. Es importante también que podamos avanzar en una ESI sobre la base del respeto y la no discriminación. Por eso, exigimos que la ESI además de laica y científica tenga perspectiva de género. ¿Y qué significa? De manera sencilla, que en la ESI no se reproduzcan los estereotipos y roles de género tradicionales de mujer/varón. Tampoco que solamente se hable de parejas heterosexuales, como si no existieran otras relaciones. Lo mismo, en relación con la sexualidad que solo queda restringida a lo genital y a lo reproductivo.
Al calor de las movilizaciones por el derecho al aborto logramos visibilizar estos reclamos por los que llevamos años peleando. Y ahora no solamente discutimos que se aplique la ESI sino también qué ESI queremos. Tiene que ser laica, científica y con perspectiva de género. Lo opuesto a lo que pretenden los sectores antiderechos, oscurantistas y conservadores ligados a las iglesias que están a favor del aborto clandestino y de cientos de muertes de mujeres pobres al año por esta causa.
Desde Isadora e Izquierda Socialista, como parte de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto seguimos exigiendo educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir. ¡Inmediata separación de la Iglesia del Estado! Y ¡Basta de subsidiar a la Iglesia Católica!

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