Al menos una de cada tres mujeres sufre violencia de género en nuestro país según datos de la ONU (2015). 286 mujeres murieron el año pasado a causa de femicidios, en muchos casos, por carecer de refugios. Por eso para muchas, uno de los problemas más importantes para ponerle fin a esa violencia es conseguir un refugio o una vivienda para ponerse a salvo, en la mayoría de los casos, junto a sus hijos. Sin embargo, este no fue un tema prioritario para el gobierno K (ni tampoco para el actual).
En ese marco Cristina Kirchner destinó $28 millones para arreglar la casa de huéspedes de Olivos con el objetivo de que su hija Florencia pudiera vivir allí durante su embarazo y el nacimiento de su hija Helena. La obra se hizo a través de una licitación privada adjudicada por Vialidad Nacional entre 2014 y 2015. Para la propia Florencia Kirchner se trató de “cosas básicas”. Parece que, para los que gobiernan, siempre hay presupuesto.