Balance de las elecciones en la UBA - Un avance del rectorado que no logró derrotar al movimiento estudiantil

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Es una necesidad para todo el movimiento estudiantil discutir el balance de estas elecciones para ubicarse en la real disputa que hay con el Rectorado y el gobierno.A lo largo de la semana del 7 al 11 de septiembre se desarrolló una enorme batalla política entre los estudiantes de la UBA. Favorecidos por el marco nacional de las elecciones presidenciales con la creciente polarización entre Scioli y Macri, los resultados que arrojaron las elecciones de las 13 Facultades mostraron el avance de Franja Morada-Nuevo Espacio, el PRO, y el kirchnerismo en sus distintas variantes. La campaña de la Juventud de Izquierda Socialista denunció que los radicales, macristas y kirchneristas gobiernan juntos la UBA al servicio de los negociados, el ajuste y la privatización. Y no nos equivocamos. Pese a un retroceso parcial, la izquierda y los sectores combativos logramos mantener una supremacía de siete centros de estudiantes, contra cinco del radicalismo, y uno del peronismo. Es necesario debatir conclusiones sobre el momento en que se encuentra el movimiento estudiantil de la UBA para poder revertir la actual situación de desmovilización y apatía y defender las conquistas históricas de la universidad pública y gratuita más grande del país. Un nuevo gobierno de Scioli, Macri o Massa no hará más que profundizar el ajuste contra la UBA.

La Franja Morada (Nuevo Espacio) sigue avanzando

En la Facultad de Derecho se dirimió una disputa entre dos actores ligados al Rectorado, donde la agrupación Nuevo Derecho de Roy Cortina perdió luego de una década el centro de estudiantes en manos de la Franja Morada. El radicalismo volvió así a dirigir las tres facultades más grandes de la UBA: Económicas, Medicina y Derecho. Las primeras dos con una hegemonía clara, con alrededor del 60% de los votos. Y sostiene su hegemonía en otras dos facultades más pequeñas como Agronomía y Odontología. A eso le suma que duplico sus votos en Psicología. Y a su vez, aliado al PRO, ganó la mayoría estudiantil en el Consejo Directivo de Arquitectura, y estuvo a 200 votos de ganar ese centro.

Nuevo Espacio-Franja Morada es la principal fuerza estudiantil del Rectorado participando de importantes negociados que hacen parte fundamental de la privatización educativa. El rol de Emiliano Yacobitti -presidente de la UCR Capital- como Secretario de Hacienda de la UBA es clave en este entramado de mafias y corrupción. Desde el CBC y hasta cada una de las Facultades, las arcas de la UBA están al servicio del aparato de Nuevo Espacio/Franja Morada.

A eso le sumaron su referencia con la campaña de Martín Lousteau en la Ciudad, alineados ahora con la candidatura presidencial de Mauricio Macri, con lo que vienen capitalizando parte del descontento del estudiantado con el kirchnerismo. Realizan una campaña furibunda de calumnias contra la izquierda difundidas sistemáticamente por los medios de comunicación, tanto los opositores tipo Clarín como los medios kirchneristas como Página/12 y otros. Y lograron instalar en sectores del estudiantado que los problemas de la UBA son culpa del accionar político de la izquierda, de los centros de estudiantes y de la federación universitaria para encubrir el ajuste privatizador del gobierno y el rectorado. Mientras con millonarios recursos brindan infinidad de servicios gremiales de ayuda a los estudiantes para mantenerlos desorganizados y en la pasividad.

Bajo los 12 años de gobierno kirchnerista no hubo un ataque frontal contra la UBA, como sí existieron bajo los gobiernos de Menem y luego de De La Rua, donde hubo movilizaciones estudiantiles masivas en 1995, 1999 y 2001 que llevaron a un retroceso histórico de la Franja Morada y a su derrota en la FUBA y la mayoría de los centros de estudiantes. En los últimos años no hubo una respuesta contundente del movimiento estudiantil contra el avance de los negociados y la privatización educativa que implementa el rectorado, que son medidas parciales del ajuste en la UBA. La conducción de la FUBA, hegemonizada por PO y La Mella, tiene una responsabilidad en que la organización y movilización estudiantil haya retrocedido al adaptarse a la apatía reinante. Así avanzaron las cesantías docentes, los escándalos de corrupción que no se investigan, las patotas de Nuevo Espacio, como se ven en Económicas y que ahora llevo la UES a Sociales, la proliferación de "recursos propios" (ingresos privados en detrimento del presupuesto estatal), las reformas de los planes de estudio de las carreras a medida de las autoridades, las empresas privadas y la Ley de Educación Superior menemista. Este es el terreno concreto sobre el que han vuelto a crecer las organizaciones que derrotamos en el argentinazo del 2001.

El kirchnerismo hace pie de la mano del rectorado

Al momento de asumir Alberto Barbieri como Rector de la UBA el kirchnerismo intentó presentarse como opositor al nuevo Rectorado por su mayor composición radical. A dos años de la candidatura testimonial de Federico Schuster al cargo máximo de la Universidad, solo quedan declaraciones al aire por las redes sociales de esa impostura para encubrir un profundo acuerdo en cada política del Rectorado. Desde el reparto sistemático de cargos y plata hasta unirse con los radicales para boicotear a la FUBA combativa. Así fue que el propio Daniel Scioli, ya ungido candidato presidencial, fue a abrazarse con el rector Barbieri en el momento máximo de exposición mediática de las denuncias contra el ex vicerrector Richarte y el ex decano de Económicas Giusti por malversación de fondos, quienes terminaron renunciando a sus cargos envueltos en escándalos de corrupción.

Así las cosas, el disperso kirchnerismo universitario que a principios del 2015 mayoritariamente se animaba a criticar a Scioli y esbozaba una tímida diferenciación con Barbieri, no tuvo problema alguno en unificarse detrás de Scioli y Barbieri para ir contra la izquierda. Fruto de esa unidad mejoró su performance electoral en general, y obtuvo en Sociales su primer triunfo tras 12 años en el gobierno nacional.

Sin embargo, para llegar a conducir Sociales, La Cámpora y todas las agrupaciones kirchneristas debieron supeditar toda su campaña electoral a la línea de la agrupación peronista de derecha La UES, que si voto a Barbieri en el 2013 cuando fue electo como rector y responde a sus órdenes desde un primer momento junto a Nuevo Espacio-Franja Morada. La bandera de Néstor quedó guardada hasta el viernes a las 21hs cuando las urnas ya estuvieron cerradas. Su pelea de votos se basó en un discurso despolitizado contra "la lucha", demagógico, centrado en la calidad de los apuntes –para los cuales el Estado no pone un peso-, y lograron aprovechar un desgaste por ese flanco de la izquierda. Así lograron diezmar el espacio electoral de La Mella y ganar las elecciones. Como parte de su acuerdo desde el Rectorado le prohibieron al PRO presentarse y contaron con el apoyo hasta de los radicales de Alternativa Académica. Los mismos que gobiernan la UBA se unieron contra la izquierda.

El kirchnerismo puso sus manos en el Centro que supo ser puntal de las últimas luchas destacadas del movimiento estudiantil, desde la toma del Rectorado en el 2002, las luchas del 2005 y el 2008 hasta la toma triunfante por el Edificio Único en el 2010. Para ganarle a la izquierda se apoyaron en la acumulación política del peronismo en esa facultad alineando a las autoridades, profesores, graduados, y las agrupaciones estudiantiles que crecieron al calor del doble discurso de las políticas del gobierno y el reparto de cargos en el Estado, en apoyo a un frente kirchnerista alineado con el rectorado y hegemonizado por la UES.

La izquierda tuvo serias dificultades para trabajar unitariamente como conducción del centro de estudiantes para revertir la desmovilización, organizar al activismo y dar una respuesta más contundente al ahogo inflacionario y la negativa de subsidios para los apuntes. Es necesario enfrentar al interior de la izquierda los flagelos del sectarismo y la autoproclamación para impulsar de manera coherente campañas políticas nacionales e internacionales, solidaridad con las luchas obreras y populares, reivindicaciones gremiales y académicas y fortalecer al movimiento estudiantil para avanzar. En ese sentido, logramos un buen reflejo al sumar a El Viejo Topo-Cauce y otras organizaciones, con lo que se logró ampliar el espacio unitario de la izquierda, y enfrentar la lista kirchenrista encabezada por la UES. Pese a haber perdido, conquistar más del 30% de los votos en Sociales muestra el apoyo que mantiene la izquierda y es la base para trabajar para recuperar el centro.

La izquierda y los sectores combativos mantienen siete centros

Las fuerzas del Frente de Izquierda tuvimos en Filosofía y Letras la mejor elección, defendiendo el centro con una conducción que lucha contra el ajuste y su principal ejecutora, la Decana Morgade, también kirchnerista. Al no contar allí con una "UES", el kirchnerismo mostró un techo más acorde a su real inserción en el estudiantado, quedando segundo y obteniendo la minoría estudiantil en el Consejo Directivo.

En Psicología, ganó el frente encabezado por Libres del Sur, secundado por el FER y La Mella. Éstas fuerzas acumularon toda su militancia en esa facultad, y aprovecharon el despliegue que las fuerzas del FIT hicimos para enfrentar al kirchnerismo y la Franja en el resto de la UBA, para imponerse por 1% en la elección. Incluso la Franja Morada con el EDI duplica su votación, quedando tercera a pocos votos de diferencia en Psicología. Aquí también la izquierda, pese a perder, mantiene un 30% de los votos, mostrando un importante apoyo.

La Mella por su parte ratificó su conducción en Exactas, y se quedó con el Consejero por minoría en Ingeniería, donde se impuso la agrupación academicista y cada vez más filo-kirchnerista, MLI. LA Mella con esos resultados no puede tapar su retroceso electoral en Filosofía y en Sociales a manos del kirchnerismo. Las elecciones de centro de Ingeniería se realizaran más adelante y serán disputadas entre la izquierda, La Mella y MLI.

El FIT a partir del frente entre PO y la Juventud de Izquierda Socialista hizo una buena elección en Derecho con 6%, a pesar de que el PTS definiera romper el FIT al momento de la presentación de listas, obteniendo un resultado marginal. En Exactas, la izquierda retuvo en disputa contra el kirchnerismo, la minoría estudiantil en el Consejo Directivo. En Farmacia donde Antídoto (PO) volvió a ganar el centro, nuestra lista de la Juventud de Izquierda Socialista obtuvo un 4%, dando el debate también con una conducción de izquierda sobre la despolitización de limitar a los centros a brindar servicios.

En este contexto, fueron importantes el triunfo de la lista del EVET (PO) en Veterinarias, en un mano a mano con La Tropilla, la fuerza local que responde al Rectorado; y sobre todo haber derrotado en la elección de Arquitectura al frente de radicales y macristas por 200 votos. El PTS aquí volvió a dividir irresponsablemente, siendo plenamente conscientes de que la izquierda estaba arriesgando el centro de Arquitectura y la propia FUBA contra las fuerzas del rectorado.

Perspectivas del movimiento estudiantil

Es una necesidad para todo el movimiento estudiantil discutir el balance de estas elecciones para ubicarse en la real disputa que hay con el Rectorado y el gobierno. Tomar magnitud de los peligros que acechan cada vez más de cerca, dejar de lado mezquindades, enfocar todos los cañones en impulsar la organización y la movilización para desnudar los negociados, el ajuste y la privatización del Rectorado, el gobierno y el rol cómplice de las agrupaciones que responden a las autoridades. Los centros conquistados deben ser trincheras donde se organice al estudiantado en función de una perspectiva de lucha. Allí dónde se perdieron los centros, es importante rescatar que se mantiene un importante apoyo electoral que tenemos que aprovechar para impulsar las reivindicaciones más sentidas por el movimiento estudiantil y organizarnos. Desde la Juventud de Izquierda Socialista, estudiosos de la rica historia de lucha que nos precede, somos plenamente optimistas de que el movimiento estudiantil más temprano que tarde volverá a luchar contra el gobierno y las autoridades y protagonizará grandes cambios.

La perspectiva de un triunfo de Scioli, Macri o Massa, depara necesariamente un mayor enfrentamiento del vínculo de la juventud y el movimiento estudiantil con el gobierno de turno. El importante apoyo que las fuerzas del Frente de Izquierda mantenemos en la UBA deben ser la base para desplegar una fuerte campaña electoral contra los candidatos del ajuste en las próximas semanas. Y la izquierda debe estar en la primera fila del combate al ajuste para acelerar ese proceso de ruptura política de la juventud con los partidos patronales. Es como parte de ese movimiento de lucha que podremos recuperar el espacio perdido, y fortalecer a los centros y a la Federación para que en los tiempos por venir los estudiantes juguemos un rol destacado en las calles junto a los trabajadores y el pueblo.

Juventud de Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda
21/09/2015