Por Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional
Por una jornada mundial de lucha para conquistar nuestros derechos
La revolución feminista que desde hace años venimos protagonizando contra los femicidios y transtravesticidios, por el derecho al aborto y contra la violencia sexual y tantas otras demandas, resiste a los embates de la reacción patriarcal y de los sectores conservadores que buscan arrebatarnos nuestras conquistas. Para enfrentar estos ataques misóginos debemos seguir apostando a la movilización callejera independiente de los gobiernos y preparar este #8M una gran jornada de lucha internacionalista por cada una de nuestras demandas.
Este #8M, reivindicamos la historia de las obreras textiles que fueron quemadas en Nueva York en 1908 en medio de una huelga por aumento de salarios como así también, nuestras luchas actuales contra el sistema capitalista-imperialista, sus gobiernos, las multinacionales y sus planes de ajuste que nos golpea mayormente a las mujeres y disidencias.
En este mundo capitalista y patriarcal, somos quienes padecemos las peores consecuencias cuando los gobiernos descargan sus crisis sobre nuestras espaldas: nos dejan sin empleo o con trabajos mal pagos y precarizados. Sufrimos discriminación y la brecha salarial en el mundo del trabajo mientras que, en nuestros hogares, las tareas de limpieza y cuidado, que no están remuneradas, continúan recayendo sobre nuestros cuerpos. Por eso decimos que nos sobran motivos para salir a luchar.
Este #8M abrazamos a nuestras hermanas iraníes que a meses del asesinato de la joven kurda, Masha Amini, siguen peleando contra el régimen teocrático de los Ayatolas. La movilización popular en Irán continúa y debemos rodearla de solidaridad para que triunfen las mujeres y los pueblos contra la dictadura del régimen de los Mullah. Estamos por la inmediata libertad de todas las personas detenidas en las movilizaciones. Exigimos que dejen de criminalizar las protestas y paren con las condenas a pena de muerte.
A su vez nos solidarizamos con el pueblo ucraniano y las mujeres que enfrentan la invasión rusa desde todos los frentes de lucha. Este #8M acompañamos la lucha del pueblo peruano, y en particular de las mujeres que están en la primera línea resistiendo la represión policial y organizando las ollas populares. Exigimos que se vaya el ilegítimo gobierno asesino de Dina Boluarte y todo el Congreso corrupto. Cantamos al igual que en Lima y en todas las regiones del Perú: ¡Dina asesina, el pueblo te repudia!
Saludamos la movilización de los colectivos LGBTQI+ en el Estado español que recientemente logró la aprobación en el parlamento de la “Ley trans”. Un paso adelante en especial para las personas trans, que podrán acceder al cambio registral de sexo sin el tutelaje de jueces o médicos. Y junto a esta importante conquista, también con la movilización feminista, se logró anular la retrógrada enmienda que el gobierno conservador del Partido Popular había impuesto en el 2015 a la ley de aborto. Ahora quienes tengan entre 16 y 17 años podrán abortar sin el permiso de la persona adulta a cargo. Continuaremos la pelea para terminar con todas las restricciones que interfieren para que se garantice el derecho al aborto en las instituciones públicas y privadas.
Por otro lado, decenas de miles de mujeres en Turquía y Siria entran a este 8 de marzo en medio de la devastación provocada por los terremotos del 6 de febrero. Aunque ha pasado un mes desde los sismos en los que al menos 50 mil personas perdieron la vida, millones de sobrevivientes tienen dificultades para alcanzar sus necesidades más básicas como techo, calefacción, comida y agua. Los grupos más afectados por los desastres naturales como las guerras son aquellos que ya están expuestos a la desigualdad y la discriminación. Las ayudas no están organizadas priorizando las necesidades de estos colectivos. Los LGBTI+ son discriminados mientras los inmigrantes están buscando ayuda. Si bien todos estos procesos aumentan la carga sobre las mujeres, también las convierten en blanco de la violencia masculina y estatal. Al mismo tiempo, los niños y niñas que perdieron a sus familias en el terremoto son adoptados por sectas religiosas y el gobierno reaccionario de Erdogán no hace nada para su protección. Frente a este desastre, nuestro llamado a las feministas del mundo es que brinden solidaridad con las mujeres de Siria y Turquía y presionen a sus gobiernos en consecuencia.
En Brasil, estuvimos a la vanguardia de la lucha contra el neofacista Bolsonaro, quien impulsó mientras estuvo en el poder todo tipo de ataques contra las mujeres y disidencias. Una vez derrotado en las urnas, intentó un golpe que no logró concretar. Exigimos al gobierno de Lula, que no le de ninguna amnistía a Bolsonaro y que envíe a prisión a todos los golpistas porque son una verdadera amenaza contra nuestros derechos. Así como dijimos #ElleNao y #ForaBolsonaro seguiremos en las calles por justica para Marielle Franco y por el derecho al aborto, legal, seguro y gratuito, demanda que deberemos arrancar con la movilización independiente del gobierno de Lula que, en alianza con las iglesias, ya se pronunció contra el derecho a decidir de las mujeres y las personas con posibilidad de gestar.
En Venezuela acompañamos el llamado a huelga de las docentes que en su mayoría son trabajadoras mujeres que se ponen al frente para exigir al gobierno de Maduro, contrato colectivo y salario igual a la canasta básica. Él y su ministra Yelitze Santaella hablan hipócritamente del derecho a la educación, para desestimar la protesta, pero son incapaces de garantizar el agua en las escuelas. Por eso, saludamos la valentía de las maestras y profesoras, muchas de ellas jefas de hogares y a cargo de sus propias familias que han demostrado su vocación de lucha para enfrentar las políticas antiobreras del gobierno venezolano.
En México el movimiento de mujeres sigue tomando las calles ante los 12 feminicidios diarios, así como la profundización de la militarización que ha impuesto el gobierno de López Obrador y la impunidad institucional que encubre a feminicidas y a las redes de trata de mujeres e infancias. En ese contexto las trabajadoras del Sindicato Único de Trabajadores de NOTIMEX (SUTNOTIMEX) han resistido 3 años de huelga, siendo una lucha emblemática en la defensa de sus derechos laborales.
Nos pronunciamos contra la persecución a integrantes de la Asociación de Empleados de la Caja de Seguro Social (AECSS) de Panamá, mayoría mujeres, que vienen sufriendo despidos por estar en huelga en defensa de sus derechos laborales. Denunciamos el armado de causas penales arbitrarias que pretendía imputar a nuestra compañera, Priscilla Vásquez, presidenta de la Asociación y que por la solidaridad internacional, en especial de la UIT-CI y nacional fueron descartadas. Basta de criminalizar a quienes salen a luchar.
Nos solidarizamos con las luchas de las mujeres en el mundo, en Afganistán donde enfrentan al régimen reaccionario Talibán que ha prohibido la educación para mujeres y niñas; en Nicaragüa enfrentan la dictadura de Daniel Ortega que ha encarcelado a decenas de luchadoras sociales, en Palestina las mujeres resisten la invasión y genocidio que comete el Estado de Israel. A todas ellas, les decimos, sus luchas son nuestras luchas.
Por todo ello, este #8M, día internacional de las mujeres trabajadoras, desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional (UIT-CI) llamamos a organizar acciones comunes contra las políticas de los gobiernos capitalistas que legitiman la violencia patriarcal y la superexplotación del sistema capitalista-imperialista que nos golpea mayormente a las mujeres y disidencias. Nos sumamos entusiastamente a la huelga internacional feminista, a todas las acciones de movilización y luchas en las calles, en los lugares de trabajo y estudio, para fortalecer la lucha por cada uno de nuestros derechos. Como feministas socialistas seguimos planteando la necesidad de avanzar en la pelea por los gobiernos de la clase trabajadora en el camino de la construcción de una sociedad socialista en la que no haya lugar para la opresión patriarcal ni para la explotación del sistema capitalista.
- Basta de femicidios y trans-travesticidios. Ni una menos, los gobiernos son responsables
- Desmantelamiento de las redes de trata. Castigo a los proxenetas, empresarios, funcionarios y líderes religiosos cómplices
- Aumento de presupuestos para salarios, educación, salud y para erradicar la violencia de género
- No al pago de las deudas externas. Abajo los planes de ajuste de los gobiernos y el FMI
- Basta de perseguir y criminalizar a luchadoras feministas. Libertad a las personas presas por luchar
- Educación sexual para decidir. Anticonceptivos gratuitos y de calidad para no abortar. Aborto legal seguro y gratuito para no morir.
Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional (UIT-CI)
5 de marzo de 2023