Escribe Pablo Almeida, legislador electo por Izquierda Socialista/FIT Unidad
Desde el 29 de diciembre hasta el 4 de enero más de 190 mil usuarios fueron afectados por los cortes de energía en el AMBA. Los mismos vecinos recuerdan que es algo repetido en cada verano, por lo que hartos de soportar esta situación, realizaron cortes de calles en distintos barrios de CABA y en algunos puntos del conurbano. En el punto más alto de las protestas una nutrida movilización cortó por horas la General Paz a la altura de Emilio Castro nucleando por primera vez vecinos de la zona de Liniers, Villa Luro y Mataderos.
Recordemos que el gobierno de Macri aplicó aumentos de 3.400% a 5.500%, “dolarizando las tarifas”, diciendo que ese dinero iría a inversiones y se terminarían los cortes, una mentira más. El gobierno del Frente de Todos no retrotrajo ninguno de esos aumentos manteniendo la estafa al pueblo trabajador. Ahora, mientras está negociando un acuerdo con el FMI, otorgará a las privatizadas un aumento de tarifas de hasta un 20% sin solucionar ninguno de los problemas de fondo. Solo en 2021 las privatizadas de la energía recibieron subsidios por más de 9.000 millones de dólares, según el Instituto Mosconi. Este nuevo golpe al bolsillo es parte de las exigencias del Fondo, por eso decimos “No al FMI” y “No al pago de la deuda externa”, como reclamamos en la multitudinaria marcha a Plaza de Mayo del 11 de diciembre.
Desde las privatizaciones con el peronismo menemista, todos los gobiernos han mantenido el saqueo de las privatizaciones. El objetivo de estas empresas es maximizar sus ganancias sin importarles cumplir con el rol social de servicio público, ser eficientes para la población trabajadora y sectores populares. Perpetúan el pésimo mantenimiento y reclaman siempre aumentos en tarifas o en subsidios, amparadas por todos los partidos patronales.
Desde Izquierda Socialista/FIT Unidad reclamamos soluciones inmediatas para resolver urgentemente la falta de luz en los barrios. Aplicando todas las soluciones técnicas necesarias, como generadores, refacciones inmediatas e indemnizaciones a los damnificados por las pérdidas de alimentos y electrodomésticos. Pero a la par de estas exigencias inmediatas, para evitar los próximos apagones decimos que hay que cortar con los negociados de los servicios privatizados. Las multas a estas empresas, que nunca se cobran, son solo una distracción. Hay que terminar con las privatizadas y reestatizarlas conformando una única empresa estatal, bajo gestión y control de sus trabajadores y organizaciones de usuarios. Así se pondrá en primer lugar el objetivo de cubrir las necesidades de las y los trabajadores y sectores populares. Para que haya tarifas accesibles y se realicen las obras necesarias en todo el sistema eléctrico y, en particular, en la distribución.